Perro muerto. Saga Santiago Quiñones 2

Opinión:

"Perro muerto" es la segunda entrega de la saga protagonizada por el policía Santiago Quiñones. Este es su título original, aunque pareciese que su primera publicación fue en Francia con el título "Tant de chiens" en 2015, donde fue premiada en dos ocasiones: Grand prix du roman noir de novela extranjera y Prix Claude Chabrol de novela policial. Finalmente llegó a España en junio de 2021 por la editorial Alrevés.

Tal como mencionaba en la reseña de la novela anterior, fue finalizar aquella y empezar la lectura de esta. Es más extensa y también más contundente, con un único caso que tiene muchas ramificaciones entre los culpables, lo que la hace muy realista, tanto que el propio autor reconocía, tiempo después, que parecía un reflejo de ciertas situaciones que se daban en su país. En el suyo y en cualquier otro, se podría añadir.

Si el lector leyó la primera entrega, "Hoy no quiero matar a nadie", bien, si no también, porque Santiago Quiñones es siempre él, auténtico, mordaz, con sus cuitas a cuestas y su lío con Marina, que es un sí es no, tanto para ella como para él. También es ducho en meterse en problemas, ya sea por su cuenta o por terceros.

La narración sigue en primera persona, dura, impactante, en medio de un tiroteo, largando con los propios o escueto, más bien esquivo, con los de asuntos internos, que menudos piezas son encolomándole el muerto o la coca, según se dé.

También se mantiene el léxico particular, unas veces argot, supongo policial, y otras las voces chilenas coloquiales propias. Por cierto, la palabra que me costó fue guata, que me tenía despistado hasta que la pillé en una escena; seguro que ahora no la olvidaré y me vendrá a la cabeza en más de una ocasión.

Si ya disfruté con la primera entrega, ahora con la segunda, "Perro muerto" ha ido a más. Es una gran novela, perfecta merecedora de esos dos premios, que te mete de lleno en una historia turbia, corrupta, donde el propio policía cae en tentaciones que le pueden costar muy caras si lo pillan, con un desenlace firme, coherente y sin lindezas.

Selin