Lo que callan los muertos

Opinión:

"Lo que callan los muertos" no es una novela negra típica. En mi caso, no sabía nada de la sinopsis. Es un libro que la portada siempre me ha llamado la atención y al verlo mencionado como recomendación en diversos sitios cuando salió a la venta, hizo que surgieran las ganas de leerlo. Me ha sorprendido nada más empezar, ya que no es como otros libros de novela negra que haya leído.

Empezamos por la protagonista, Gracia, que se dedica a destapar fraudes hacia la seguridad social. Es una profesión que me ha llamado mucho la atención, ya que nunca había leído una novela en dónde la protagonista trabajase de ello. Quizá nos esperamos algo más típico, como policía, detective o similar.

En este caso, Gracia empieza a investigar sobre un exmilitar, que con 112 años y más de 30 años sin acudir al médico, ni a que lo recetaran una medicina, sigue aún cobrando su pensión. Algo no huele bien, y de la mano de Gracia, iremos paso a paso indagando para ver quién es el supuesto defraudador.

Esta parte es algo que me ha llamado la atención, ya que como se suele decir, pagan justo por pecadores. Gente que como nos explica Gracia no recibe ayudas porque "no hay dinero", mientras otros no dejan de hacer crecer sus bolsillos. Estoy convencida de que es algo que a día de hoy, pasa más de lo que pensamos, ya que algún que otro caso me suena que ha salido en la TV, pero como siempre, de otros no nos enteramos o ni siquiera se han destapado. ¿Es tan fácil hacer que alguien muerto no lo esté? Hoy en día que todo está tan controlado y digitalizado, parece de novela, y nunca mejor dicho, que estas cosas pasen, o que aparentemente sea tan fácil, si sabes a qué puerta llamar. Incluso Gracia tiene dificultades para pedir ciertas informaciones, o en otras ocasiones, le tarda más de un mes en llegar un dato, pero sin embargo, en la otra cara de la novela, todo es más de color de rosa.

Por otro lado, tenemos la historia de Sofía, una señora mayor, vecina de piso de su madre, que se ha suicidado tirándose por la ventana. Algo que ha dejado conmocionado a todo el bloque, ya que viniendo de Sofía, no lo esperaban. Además, la inesperada aparición del hermano Antonio, y la actitud extraña que empiezan a tener su hermana Carmina y su sobrino Ernesto, dan que pensar. Tanto es así que Gracia poco a poco empieza a investigar también sobre el pasado de la familia.

Aquí nos encontramos con un reflejo de la manera de pensar que se tenía antiguamente. Cuando ciertas acciones estaban mal vistas, era una deshonra para la familia y se intentaban ocultar. Acciones que hoy en día nos parecen descabelladas y provocan que nos echemos las manos a la cabeza, pero que en su momento, eran muy habituales. No es posible especificar más, ya que sería un gran spoiler que destripa la novela, pero nos hace reflexionar sobre cómo queda marcada y cambia la vida de la gente que se veía en esa situación.

La novela tiene un punto de misterio alrededor de la familia y por otro lado del exmilitar, que hace que no podamos parar de leer. Contra más leemos, más se enredan ambos casos y más ganas tenemos de saber que ocurre. Además, no es la típica novela de investigación policial, sino que solamente es Gracia, con ayuda de su madre, su hermana y una amiga. Una cuadrilla muy graciosa que nos hace soltar más de una carcajada con sus ocurrencias.

Como guinda de la historia, tenemos parte de la historia personal de Gracia, su pasado y la relación con su marido. Otra historia que se va intercalando con la investigación, y que le da un toque de ligereza a la lectura de la novela.

Una buena mezcla que ha conseguido la autora, Ana Lena Rivera, para que sea una novela diferente que devoraremos en nada de tiempo.

Vane Gómez