La hija del relojero

Opinión:

"La hija del relojero" es, sobre todo y a mi parecer, la historia de una casa (Birchwood Manor) con mucha personalidad. No solo porque tiene un fantasma (ya era especial antes de tenerlo), una leyenda y muchos secretos entre sus tablas, sino también porque en ella se entrelazan una serie de historias que, en principio, no parecen tener ninguna conexión.

Esa supuesta falta de enlace al principio, sumada a un ritmo lento a pesar de los múltiples narradores, cambios de personaje y hasta de época, hizo que la novela se me hiciera un poco pesada en las primeras páginas. No obstante, la prosa de Kate Morton es buena y la historia fue atrapándome poco a poco, conforme las piezas iban encajando una detrás de otra hasta montarse los sucesos completos en mi cabeza. Finalmente, logró engancharme; era cuestión de cogerle el punto.

Los personajes están muy bien desarrollados, especialmente nuestra fantasma, con un pasado de lo más interesante. También me han gustado los múltiples habitantes de la casa desde que ocurrieron los terribles sucesos, solo revelados al final, aunque más o menos intuidos por el lector avispado, al que le pueden saber a poco tanto en extensión como en lo que aportan respecto a los hechos sabidos. En cualquier caso, lo que ocurrió es lo de menos, porque me encontré fascinada por todo lo referente a Birchwood Manor y sus habitantes.

Se concluye, quizás, de forma muy apresurada toda la parte del presente, de Jack y Elodie. Esta parte tiene menos interés (quizás por eso el principio es más pesado: porque el presente está más presente en esa parte y conforme avanza la historia se va centrando en el pasado) y esos dos personajes, más Elodie que Jack, son los más desdibujados de todos los que aparecen en la trama. A pesar de ello, el cierre del fantasma es soberbio y, por lo demás, es una lectura entretenida y recomendable.

Déborah F. Muñoz