Flor de agua

Opinión:

"Flor de agua" es la tercera entrega de la "Serie del Oriente Astur", de Marta Huelves, que ha sido publicada por Maeva Ediciones, dentro de su colección Maeva Noir, en un volumen de tapa blanda, tal como hizo con las anteriores: "La memoria del tejo" y "El tercer lago".

La portada es impactante con ese subtítulo bastante sugerente, "Crimen y superstición en Asturias", y unas imágenes que son como una presentación de un aspecto fundamental de la novela.

La narración está desarrollada en tercera persona, mostrando los movimientos y las acciones de los protagonistas y de algunos personajes, entre los que destacarán esos dos hombres encerrados en un sótano, uno de los cuáles contará una historia, sobre la que se supondrá que es el origen de lo que les ha llevado a esa situación.

El equipo de policías continúa con los mismos integrantes de la entrega anterior, aunque el protagonismo principal se lo llevan el inspector Salvador Bedia y la subinspectora Marina Roldán, pues acostumbrarán a ir juntos en busca de datos relevante para la investigación, secundados, casi siempre en las instalaciones de la comisaría en Gijón, por los otros dos miembros del grupo: los agentes Lino Cueto y Nora Sirgo.

En esta ocasión empezarán en Gijón, aunque poco tardarán en trasladar las pesquisas al concejo de Llanes, en ese Oriente Astur que da nombre a la serie, como también al grupo: la Brigada para el Oriente. Allí es donde se encontrarán más cadáveres, todos con el mismo elemento común, lo que les inducirá a investigar en el pasado común de esas personas, aunque se encontrarán con dificultades, ya sea por la escasez de datos relevantes o por las propias familias, acostumbradas a tapar los problemas, propios o de su descendencia, con sus abogados o con sus influencias sociales.

Entre medio, los movimientos de los protagonistas nos mostrarán una serie de lugares de Asturias, glosando sus maravillas, sean de las poblaciones o de los paisajes, que esta vez habrá algo de Gijón, sobresaliendo la zona del concejo de Llanes, formándose así una especia de guía turística de esos lugares.

A la trama criminal, por su parte, le cuesta avanzar porque abundan las conjeturas, que no trascienden en pruebas, de manera que los policías irán tirando de cualquier hilo que se vea interesante. Por más que los indicios apunten hacia algunos sospechosos, poco más podrán hacer que ponerlos nerviosos con ese hurgar en sus vidas y en lo que hacen.

No obstante, habrá quienes intentarán colaborar de alguna manera, lo que, sin embargo, les pondrá en el punto de mira de unos y de otros, sin contar con que también podrán producirse algunas interferencias en el caso, que podrían estropear las estrategias del equipo investigador.

Sea como sea, la acción irá aumentando el ritmo hasta llegar a un desenlace que se mostrará catártico en su resolución.

Pues eso, que "Flor de agua" me ha parecido una novela de lo más interesante, con una lectura muy atractiva, que dejará las cosas bastante resueltas y a la espera de que el grupo investigador se tenga que reunir de nuevo para otro caso tremebundo.

Selin