Los penúltimos días de Jean-Paul Balart

Opinión:

Sé que a muchos el nombre de Kant les asusta y les hacer recordar exámenes de Filosofía de COU y Selectivo pero no quiero que los lectores se asusten puesto que el Kant que aparece en esta novela es muy atractivo y sorprendente. Kant es uno de los protagonistas de esta novela escrita por el autor catalán Gabriel Marat, novela publicada por Debolsillo en octubre del pasado año.

Gabriel Marat es arquitecto y esta es su primera novela, la cual tiene un título de lo más curioso: "Los últimos días de Jean-Paul Balart".

Me ha sorprendido para bien. La trama está muy bien construida. "Los últimos días de Jean-Paul Balart" nos lleva a dos épocas diferentes en el tiempo pero con un nexo en común que no voy a desvelar. Así, uno de estos periodos sucede entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, concretamente en 1804. El otro periodo transcurre en 1970. En la primera nos encontramos con Kant. Sí, él es uno de los grandes protagonistas de la novela. Asistiremos a sus últimos días y a cómo empezó a tramar algo que va a llamar, y mucho, la atención del lector, más teniendo en cuenta que él era un Racionalista.

En la segunda, Gabriel Marat conduce al lector hasta la España de 1970, concretamente a una Barcelona que está esperando la visita de Franco. Si ya la ciudad estaba en una situación de alerta, el asesinato de Heriberto Villalta aún va a poner más nerviosa a la policía.

Ambas partes, por sí mismas, ya consiguen mantener en vilo al lector y contienen una alta dosis de intriga. Francamente, me ha sorprendido mucho la faceta que nos presenta el Kant de la novela. La verdad es que no te esperas que haga lo que hace ni que se comporte de ese modo. Esta sorpresa es de lo mejorcito de la novela. Gabriel Marat no ridiculiza a Kant en ningún momento, creo que trata su figura con un gran respeto. Para mí es uno de los personajes más buenos de la novela. Kant representa, por otro lado, la parte histórica de la novela y también la filosófica. Para quienes gusten de la buena novela histórica, todo lo concerniente a Kant va a encantarles.

También hay parte de novela histórica en los párrafos donde la acción transcurre en 1970. Aunque es verdad que aquí pesa más lo policíaco y el thriller no deja a un lado la coyuntura histórica del momento, lo cual hace que los hechos que describe sean más creíbles. Esta parte más negra es buenísima también y logra mantener en tensión al lector. Hasta la última página no se va a descubrir la verdad ni se van a resolver todos los interrogantes que van surgiendo, tanto los del siglo XIX como los del XX.

Gabriel Marat ha escrito una novela redonda. Cada uno de los estilos y géneros que se aprecian en ella están perfectamente entrelazados. Ninguno sobresale respecto al otro. Es más, yo diría que la parte puramente histórica precisa de la policíaca y viceversa. Y, entre ambas como una especie de manto, se encuentra esa atmósfera esotérica y un poco fantástica. Pero no es una fantasía centrada en seres mitológicos sino que tiene su parte científica. En la novela se nos habla de la inmortalidad y del paso del tiempo, todo ello desde el punto de vista del Racionalismo. El autor ha sabido crear una historia que engancha y en la que no se cae en el ridículo nunca.

Francamente, esta novela es de esas que nadie debe perderse. Tiene un buen argumento y unos personajes muy bien creados. He hablado de Kant pero no es el único que destaca, también está en inspector Pedro Almansa. Almansa es un hombre que no pasa desapercibido, un personaje redondo. Es un inspector muy avispado, seguro de si mismo y que no va a detenerse hasta llegar a la verdad. Junto a él está Irene Vilalta, la hija del asesinado, que se convertirá en una pieza clave para resolverlo. Irene es una mujer de la alta sociedad catalana, pese a estar en los años 70 tiene unas ideas claras y es una mujer que sabe lo que quiere y lo que ha de hacer, a diferencia de su hermano.

"Los penúltimos días de Jean-Paul Barat" me ha descubierto a un buen escritor y me ha hecho disfrutar. Por eso insisto en que nadie debería perdérsela. Quienes disfruten con la novela histórica tienen una buena novela del género lo mismo que quienes lo hagan con la policíaca.

Ysabel M.