Woody Allen, el último genio

Opinión:

Los primeros acordes que suenan en "Manhattan", "Rhapsody in Blue" de George Gershwin, reflejan a la perfección la adoración que siente Woody Allen por la ciudad de Nueva York. Las imágenes de sus películas más personales son todo un homenaje al entorno que le ha visto crecer como cómico, guionista, escritor, director, actor e incluso músico. Escondido detrás de sus gafas de pasta negra, marca reconocible como el bastón y el sombrero de Chaplin o las cejas y el puro de Groucho; Woody Allen es descubierto por Natalio Grueso desde el lado cercano que le brinda su amistad.

Natalio nos cuenta como fueron aquellos primeros encuentros con el genio, cómo consiguió traerlo a España para recibir el Premio Príncipe de Asturias y la devoción que el cómico siente por la ciudad de Oviedo; solamente comparable con la que el autor de esta biografía siente por el artista, porque hablar de Woody Allen es hablar de Arte.

El amor al cine es una de las razones del desarrollo de este ensayo biográfico. Sus páginas establecen un recorrido por películas maravillosas que no deberíamos dejar de ver, pos sus diálogos plagados de frases ingeniosas, por el humor que la simple presencia de Woody Allen sabemos que va a transmitir, por los decorados sencillos y llenos de magia o por una idílica Nueva York sin atascos, ruidos, crímenes ni pobreza. Natalio se preocupa, y mucho, de hacer referencia a los títulos que le han supuesto ese amor al cine en un intento de contagiarnos y salir corriendo para adquirir alguno de ellos; conmigo por lo menos lo ha conseguido.

Cerca de cumplir los ochenta años, Woody Allen sigue sorprendiendo por la constancia y determinación con la que afronta todos sus sueños. Dedicación que le permitió iniciar su carrera como mago, la menos conocida, dar conciertos tocando el clarinete con su banda o cumplir fielmente con su entrega anual cinematográfica.

Su pasión por la música clásica y especialmente por el jazz de Nueva Orleans queda patente cuando visionamos sus películas y contemplamos como imágenes y sonido forman algo inseparable, dos sentimientos sin los que no se entenderían sus mensajes.

Si queréis descubrir al genio, de la mano de Natalio Grueso, os aconsejo escuchar jazz de fondo mientras leéis y comprobaréis como os transportáis irremediablemente a esos mundos creados para el espectador y el lector.

De la magia, del cine, de la música, de su modo de ver la vida, trata este interesante análisis, en el que también conoceremos las preferencias literarias del escritor, principalmente escritores rusos y estadounidenses, y sus clásicos preferidos del cine entre los que encontramos películas y directores europeos.

Entre sus muchas recomendaciones, de Woody y Natalio, me llevo uno del listado, "Really the Blues", de Mezz Mezzrow, los años del mejor jazz de Chicago y Nueva York a través de un blanco enamorado de la cultura negra.

Y un buen montón de películas que además de humor hablan de sentimientos, de pensamientos absurdos llenos de filosofía y de relaciones cotidianas entre hombres y mujeres.

El modo de contarnos todas estas cosas y las fotografías que acompañan esta obra, hacen de este ensayo el mejor regalo que a un cinéfilo le gustaría atesorar.

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