Tumbas sin nombre

Opinión:

John Connolly continúa sorprendiendo con su serie del detective Charlie Parker, aunque en esta ocasión, con "Tumbas sin nombre", el protagonismo absoluto es para la pareja de secundarios menos secundaria de la historia, Louis y Angel.

Creo que sobran las presentaciones, pues a estas alturas los fanáticos sabemos perfectamente quiénes son. Si es tu primer libro del autor, no te preocupes, se puede leer de manera independiente porque da las suficientes pinceladas para saber quiénes son los personajes, sus motivaciones y su pasado.

Entrando ya en materia de reseña y sabiendo que no soy del todo objetiva porque Connolly me fascina, no puedo más que decir que estamos ante una historia dura y compleja, perfectamente documentada e imposible de abandonar, pues en apenas diez páginas el autor ya te ha enganchado.

Cuatro personas aparecen salvajemente asesinadas en Ámsterdam. Sus asesinos tenían una cuenta con De Jaager, una de las víctimas, y antes de retirarse a su país (Serbia) querían cobrársela de la manera más brutal posible, y vaya si lo hicieron.

Louis consideraba a De Jaager un amigo a pesar del mundo que compartían, y como tal, buscará venganza. Comienza así una carrera contrarreloj a lo largo de Europa: Ámsterdam, Viena, Belgrado, Londres... la caza ha comenzado. Estos criminales de guerra serbios son brutales y escurridizos, pero Louis no es un hombre que se rinda fácilmente y hará lo necesario para acabar con ellos.

A pesar de que la historia se centra en esta pareja, Parker aparece en alguna ocasión, fiel a su estilo, librándose de la muerte por muy poco. Y qué decir de los hermanos Fulci… protagonizan una de las mejores escenas de la novela, no digo más. También hay sitio para Jennifer, la hija muerta de Parker, regalándonos este toque sobrenatural tan característico de la serie.

Asesinos serbios, brujas valacas, violencia y sangre a raudales, y cuentas por saldar, todo ello con un escenario histórico real de fondo, la desintegración de Yugoslavia y las atrocidades ocurridas en los 90 en la guerra de los Balcanes.

Si llegado a este punto aún no te he convencido para adentrarte en esta historia, te diré que la narración de Connolly es impecable y que consigue que te sumerjas en ella como un personaje más. Es capaz de hacer que sientas empatía por una pareja de asesinos a sueldo y que conectes con ellos desde el principio.

En definitiva, "Tumbas sin nombre" cuenta con una prosa exquisita, villanos magistrales, crueldad sin límites y unos malos menos malos, justos a su manera, haciendo justicia. Connolly en estado puro.

Mónica CZ