Los rostros de Victoria Bergman 1. Persona

Opinión:

La editorial Literatura Random  House, en su colección Roja & Negra, nos ha dado una alegría: ha publicado una trilogía casi de tirón; en cinco meses han salido los tres títulos ("Persona, "Trauma" y "Catarsis"), por lo que por primera vez no tenemos que esperar que una novedad llegue a nuestras manos con años de por medio.

Para los que como yo disfrutan de personajes borderline, aquí tenemos a uno que tiene todas las papeletas para ya no rozar el límite si no estar pisándolo y con un pie en el otro lado. La enfermedad mental ya no es cosa de posibilidades, y la personalidad múltiple (que aunque creamos lo contrario por las películas no es tan habitual en el mundo real) es un hecho. Cuando alguien, de niño, sufre un trauma excesivamente doloroso, que además se alarga y del que no hay escapatoria, crea a otra persona para que sea esa quien sufra y librarse así de la fatalidad, de los abusos a la que es sometida. "Persona", así se titula este primer volumen. Sin embargo aquí la persona enferma acabará sometiendo a la real para vivir como la imaginada, y esto ya no es tan habitual, ni siquiera en la literatura de ficción.

El comienzo de "Persona" es brutal, y si eres mínimamente sensible te provoca verdadero vértigo en el estómago. Una mujer está preparando un proyecto y para eso se hace con un niño al que mantiene siempre drogado y encerrado. Con este inicio nos indican que hay una mujer aparentemente inhumana destrozando la vida de algunos críos. De esos niños, desaparecidos para nadie y aparecidos cuando ya están muertos, se ocupa Jeannette Kihlberg. Será el caso de su vida y le afectará más de lo que quisiera porque dejándose llevar acabará metiéndose en la cueva del lobo.

Y es que esta es una novela de terrores reales, de traumas insuperables, de permanente peligro, de engaños, abusos, torturas, venganzas y enfermedades mentales; una novela en la que se muestra una Suecia tan machista como la que conocemos aquí, donde los pederastas tratan de justificar sus actos creyendo que no hacen nada malo, en una sociedad enferma en la que niños y mujeres se llevan la peor parte.

Aunque la novela no finaliza porque se trata de una trilogía, sí descubrimos una de las cosas más importantes de la historia, y es detrás de quién se esconde la paciente de Sofia Zetterlund, Victoria Bergman. Vale, algunos somos demasiado lectores y lo podemos sospechar, pero eso no quita que se disfrute (o sufra) igual la historia. Para cuando finalice el volumen nos habremos dado cuenta de que hemos estado pisando minas, de que han explotado de pronto fuegos artificiales con efecto dominó, y de que sabremos la resolución de todo aquello de lo que sólo teníamos retazos. Porque así está estructurada: en "Persona" se nos van contando retazos de vida, pequeños trozos del pasado, duros, durísimos, hasta llegar al punto de ser insoportables. Cada vez que vivimos una pequeña parte de la vida de Victoria, que se va intercalando en la actualidad de Jeanette y Sofia, sufrimos revelaciones. Y digo sufrimos porque nadie puede quedar impasible ante los hechos que nos cuentan, por atroces. Y cuando volvemos a la actualidad empezamos a conocer cómo las venganzas son tan múltiples como las personalidades. Pero no puedo desvelaros nada, lo siento. Lo entenderéis cuando leáis a novela.

Hay, no obstante, unos capítulos muy breves -pocos- donde retrocedemos al Kiev de 1933, una época de enfermedad y hambruna, donde visualizamos a una madre enferma y una familia que se está muriendo de hambre. Una época en la que, recordemos, históricamente se sabe que hubo canibalismo. Por qué está ahí, no lo sabemos, de modo que deducimos que en los siguientes volúmenes descubriremos algo más.

El final es de esos que te atrapan: durante los últimos capítulos nos han estado desvelando cosas impensables, y para cuando estemos a punto de cerrar el libro viviremos un final desasosegante, especialmente para una de las dos protagonistas. O qué digo… de las dos. Para nosotros será casi tan impactante como el inicio, pero para saber cómo culmina hay que leer el siguiente, "Trauma".

De la estructura narrativa puedo comentaros que hay tres tipos, aunque una predominante: la narración ortodoxa. El libro comienza, ya os digo, con una estructura extraña, lo notaréis enseguida (no tiene ninguna dificultad, simplemente es diferente) y cada vez que volvamos a verlo estaremos de nuevo atisbando momentos de la reclusión de los niños y de la mente enferma de la mujer que los mantiene atrapados. La tercera son apenas unos cuantos párrafos en que aparece la Niña Cuervo, un indicio más de que estamos tratando con una persona en la que viven más personas.

En este primer tomo conocemos barbaridades, se nos desvelan los motivos de por qué alguien puede acabar mentalmente tan perturbado, y nos regalan no una, sino varias venganzas. Ya os digo, "Persona" es como un campo de minas, y parece que siempre hay alguien poniendo el pie encima de una de ellas porque conforme llegamos al final nos explotan constantemente.

Anika Lillo