Príncipes de Tartesos

Opinión:

El aprendizaje que me ha supuesto esta novela ha estado marcado por la cantidad de nuevas aventuras lectoras que me han ido surgiendo a lo largo de sus escasas páginas. Al leer, pensaba que era imposible que pudiese abarcar tanto terreno y que parte de la historia se quedaría a medias, o que a alguno de los episodios no les sacaría todo su potencial. Pero al ir avanzado he tenido la sensación de que la novela iba por el buen camino y que la trama me invitaba a conocer una nueva epopeya, semejante a La Odisea de Homero, a la que el autor hace varias referencias.

Los ojos de los navegantes son el mejor narrador de esta aventura, a través de ellos veremos océanos inmensos y comprobaremos el miedo que sentían pensando que más allá sólo podría haber cataratas, volcanes en erupción e islas que aparecían tras las tormentas de fuego y roca volcánica, y otras que desaparecían engullidas por gigantescas olas.

Pero el verdadero narrador es Argantonio, que junto a la sabiduría de Aristómenes, irá conduciendo el temor con sus explicaciones de una tierra circular, la posición de las estrellas y los eclipses. La diversidad de creencias mitológicas y religiosas, existentes en la nave que todos comparten, hacen fluir en la narración los distintos puntos de vista y la fe que cada uno tenía en los fenómenos de la naturaleza; enriqueciendo el relato.

A lo largo de la novela vamos dibujando el modo de vida de los tartesos en los poblados de Gadir (Cádiz), Ónoba (Huelva) o Malaka (Málaga), y nos hacemos una idea de la influencia que pudieron tener en otros pueblos cercanos, gracias a su avanzada experiencia en diversas disciplinas como las matemáticas, geometría, astronomía, o la escritura y el lenguaje, del que se dice formaron el suyo propio; también de su mano de obra, en su industria dedicada al bronce y al hierro, formada por extranjeros siempre bienvenidos a su comunidad.

La expedición, al mando del príncipe heredero Trigón, navega en una interminable aventura en la que compartirán protagonismo con indígenas caníbales, amazonas, sirenas, mundos espectrales y personajes de la mitología griega; lugares como el Monte Atlas (Teide) o paisajes que les llevarán a Tule (Islandia) a cazar ballenas.

Un relato para conocer nuestros orígenes ibéricos y transportarnos por mundos imaginarios en busca de nuevas culturas. Un viaje en el que os aguardan algunas sorpresas y mucho conocimiento, por medio de una narrativa agradable y entusiasta.

Porlomenix