Misterios

Opinión:

Knut Hamsun es una revelación para el lector que por primera vez se enfrenta a su literatura, porque fascina su rabiosa contemporaneidad a pesar de haber transcurrido más de un siglo.

Su manera de aproximarse a los personajes, a las tramas, a los contextos, especialmente al flujo narrativo, regala al lector una experiencia inesperada, sorprendiendo con su aguda y ácida percepción de situaciones y contextos, más propia de la literatura de los últimos tiempos.

Un joven que aparece en un pequeño pueblo costero de Noruega actúa como un desencadenante, sacando a la luz las distintas realidades que se superponen como capas en una pequeña comunidad, que sin embargo cobran un especial sentido de la mano de Hamsun. Precisamente cuando las combina, cuando las superpone, cuando las ubica en su inteligente devenir narrativo, construye página a página un contexto singular, una situación en la que se desliza un sutil juicio que, sin embargo, de manera tan magistral como sorprendente, pone en manos del propio lector para que este saque sus propias conclusiones.

Hamsun convierte situaciones cotidianas, aparentemente irrelevantes, en piezas de un complejo y vivo puzle que compone la realidad profunda de un colectivo humano normal de un sitio normal, que sin embargo sorprende al lector al proponer una perspectiva más compleja que señala la cruda realidad del ser humano en sociedad.

Este maestro de las letras penetra la psicología profunda de la condición humana, especialmente esos rincones habitados por miserias, prejuicios, convenciones, anhelos, sueños, donde obviamente también opera la posición social y el juego más local del poder, que empujan al lector a reconocerse en su propia realidad a pesar de la distancia del tiempo del relato y las situaciones que plantea.

Su prosa confirma que los lugares son ambientes, contextos, situaciones, excusas donde se replican hasta el infinito los mismos comportamientos. Hamsun recurre a la lluvia fina del mundo exterior a la comunidad, que cala en los hechos más triviales como evidencia de que no hay más realidad que la más cercana. Nos recuerda que no sirve alejarse porque no hay nada más allá.

No es posible ser escritor sin leer a Hansum, como no es posible amar la literatura sin leer sus libros. Una obra, como se titula esta, que es un genuino misterio de la creación y de la propia vida. Un escritor que se nos presenta desde el pasado, pleno de vigencia y actualidad, para quien sepa leer más allá de la descripción de los personajes y los ambientes, porque su obra es literatura imperecedera.

Una joya absolutamente necesaria en una biblioteca personal que se precie de serlo.

Jorge Riet