Lumen

Opinión:

Puede parecer chocante que un autor, en este caso autora, nos plantee como protagonista de una serie policíaco-histórica un capitán del ejército alemán. Sobre todo porque puede plantear serias dudas sobre la conexión y empatía que pueda llegar a tener dicho protagonista, por pertenecer al ejército nazi, con los lectores.

Sin embargo, también puede suceder el efecto contrario, que el lector busque acercarse a una historia, cuando menos novedosa en las formas, en la que indagar cómo un agente nazi puede inmiscuirse en las vidas de un pueblo oprimido y acabado de invadir para tratar de resolver el asesinato de uno de sus miembros.

Ben Pastor ha sabido manejar esta situación a la perfección, haciendo que el interés que podamos sentir por Martin Bora no decaiga en ningún momento a lo largo de la novela.

La novela, además de tratar sobre la resolución del asesinato de la abadesa, propone otra serie de historias paralelas que, salvo una, quedan conclusas al término del libro

Martin Bora es un capitán del ejército alemán fielmente convencido de su ideología, pero bastante excéptico y crítico con los métodos empleados por los miembros de las SS. Este escepticismo y diversos sucesos que tendrán lugar a lo largo de la historia provocarán una fuerte lucha interior, en la que Bora tendrá que decidir si debe ser fiel a su honor y sus convicciones éticas o bien debe cumplir con su deber de soldado del ejército alemán.

Bora comparte vivienda con el mayor Richard Retz quien, bastante avanzada la novela, aparecerá muerto. Todo apunta a que es un suicidio. Pero algo hace que Bora empiece a preguntar sobre todo lo que rodea a ese suicidio.

Las SS están a la busca y captura de un grupo de insurgentes polacos que se esconden en los bosques aledaños a Cracovia. La investigación de las SS se interrelacionará con la que realiza Bora.

A través de los ojos de Bora, y desde dentro de la organización alemana, Ben Pastor nos muestra la crueldad y barbarie de los nazis. Porque una cosa es leerlo desde el otro lado, pero verlo desde dentro, es otra cosa. Se ha sabido meter perfectarmente en la piel de cada uno de los personajes que aparecen en la novela. Así podemos ver lo idos que podían llegar a estar algunos altos dirigentes del partido nazi, tal vez una forma de buscarle sentido a algo que nunca tendrá explicación.

La narración es ágil y fluida, no se estanca en ningún momento y, pese a lo que pueda parecer, enseguida llegamos a conectar con Martin Bora, pese a no ser perfecto y tener la ideología que tiene, incluso podemos entenderlo (todo es cuestión de ponerse en su lugar de origen y nacimiento)

Como ocurre en todas estas series policíacas o de intriga, la historia principal en sí concluyen en esta novela. Pero el desarrollo y evolución, tanto personal como psicológica, de Bora lo iremos viendo a lo largo de los demás libros que componen la serie.

Si estáis dispuestos a ver la maldad en estado puro cara a cara, a discutir sobre las grandes contradicciones de la Iglesia durante la II Guerra Mundial, todo ello de una manera fresca y amena, esta es vuestra novela.

Por ahora nos despedimos de Martin Bora hasta su siguiente misión. 

Mila L. Castelo