Los dueños del viento

Opinión:

En "Los dueños del viento" de Patxi Irurzun, Joanes de Sagarmin nos cuenta que cuando era un niño pequeño, vio llegar a la Inquisición a su pueblo: Zugarramurdi. Junto a los inquisidores, llegaron las acusaciones de brujería entre vecinos, por miedo, envidia o venganza.

Los acusados sólo tienen dos opciones: declararse culpables y quedar marcados de por vida junto a toda su familia  o defender su inocencia y morir en la hoguera, si han sobrevivido a los interrogatorios y torturas.

Tras el juicio, el mundo de Joanes se hace pedazos. Después de perder lo que más quiere, se ve forzado a huir del pueblo para salvar la vida. Por avatares del destino, en el camino se alía con dos compañeros de viaje que se convierten en su nueva familia: Kuthun, el chico con el mar en los ojos y Kattalin, una chica que sueña con dejar atrás su horrible pasado. Tras trabajar algún tiempo en el puerto, se embarcan juntos a un viaje al Nuevo Mundo en el que esperan encontrar la libertad que les han arrebatado.

La historia es magnífica. El autor narra los hechos históricos sin ambages y llega a conseguir que sientas el amor, el miedo y el dolor de Joanes. Y también como a través de la música es capaz de volver a su montaña, a su hogar y ver a sus seres queridos. Cada vez que toca su alboka o su txirula, su torturada alma es libre.

El libro no sólo narra los controvertidos autos de fe de Zugarramurdi. También nos cuenta cómo vivían los corsarios vascos y cómo era la vida en el Nuevo Mundo. Una tierra poblada por bucaneros, filibusteros y piratas. La mayoría de ellos, gente, que como nuestros protagonistas, o huye de la justicia o son ex convictos, y luchan con especial inquina contra los buques españoles, no sólo por el oro, sino también por pura y dura venganza.

Del libro destaco especialmente los preciosos versos que pueblan sus páginas. Versos que hablan de amor, de odio, de patria, de libertad, de venganza y que ponen voz a la música que vive dentro de Joanes y a las situaciones que se ve forzado a vivir.

Una novela maravillosa con dos protagonistas totalmente antagónicos: uno que sólo sueña con la libertad y conseguir un hogar en el que vivir en paz y otro que lucha a brazo partido para acabar con las injusticias.

El autor plantea al final del libro una curiosa reflexión: ¿son los hombres buenos los que cambian el mundo o los que luchan sin piedad por defender a los necesitados los que lo hacen? Leed el libro y juzgad por vosotros mismos.

Ana G.Aranda