La ladrona de vestidos

Opinión:

Lo primero que llama la atención de "La ladrona de vestidos" es la portada de la misma. Lumen ha tenido mucho ojo a la hora de escoger esta imagen para ilustrarla puesto que recoge, y refleja también, el glamour y la atmósfera que vamos a encontrarnos dentro. La novela fue publicada por la editorial Lumen en 2014, y ha sido escrita por la autora británica Natalie Meg Evans, una autora desconocida para mí y que me ha sorprendido para bien.

"La ladrona de vestidos" nos adentra en el mundo de la alta costura parisina de la década de los años 30 del siglo XX y lo hace con un tema que sorprende: el pirateo. Lamentablemente, hoy en día es un tema de mucha actualidad y sorprende que ya a principios del siglo XX existiera tal práctica. Lo que se pirateaba o plagiaba eran las colecciones de alta costura, especialmente las de los diseñadores más importantes. Copias que se vendían luego en el mercado estadounidense. Alix, la protagonista, se dedica a ello: a plagiar los diseños.

Pero la novela no se centra solo en ello sino que va mas allá. No solo me ha llamado la atención, y me ha encantado, todo este mundo de la alta costura -muy bien recreado por cierto- sino también la época que lo enmarca: la década de los años 30. Un momento bastante crucial para Europa y el resto del mundo y a la que no pueden escapar los protagonistas. La mayor parte de la acción transcurre en París pero también es protagonista España con la Guerra Civil. El diseñador más importante de ese momento es Javier, que es de origen español; él sufre la contienda y se siente mal, se lamenta de estar diseñando y vistiendo a las damas de la alta sociedad francesa mientras, en España, se mata la gente. Las escenas relativas a la Guerra Civil son impactantes, especialmente la dedicada al bombardeo de Guernica y de Durango, una contienda que está tratada de forma objetiva: la autora es británica y se nota que hay una documentación previa, ha cuidado hasta el último detalle.

Esta característica es lo que más me ha gustado del estilo narrativo de Natalie Meg Evans. Su forma de narrar es elegante. Da gusto recrearse en su prosa puesto que lo describe todo de una forma que seduce al lector. Permite que éste viva la historia, que sienta y vea cada uno de los diseños de los que se habla, que asista y sea testigo de cada desfile. Toda la época además, y las referencias a las anteriores, están recreadas de una forma fiel, perfecta. Un estilo que me ha parecido muy cinematográfico. Lo cierto es que, leyendo "La ladrona de vestidos" te das cuenta de que es una novela que puede convertirse perfectamente en una película o mini serie para la televisión. Vas viendo cada una de las escenas, cada uno de los escenarios donde sucede la acción, A ello contribuyen los personajes.

Destaca el de Alix, desde muy temprano sabe lo que quiere y no cesa en su empeño. Paralelamente a su talento para el diseño, a Alix le persigue un hecho que afecta a su abuela y que tiene relación con su abuelo. Hecho que no voy a desvelar pero que ayuda a mantener el interés en la lectura al tiempo que añade otro ingrediente mas para hacerla adictiva. No es solo una novela histórica, tiene su parte de thriler y misterio. La verdad es que es una lectura que sorprende. Personalmente he disfrutado con ella.

"La ladrona de vestidos" es una novela más que recomendable. Es de las que dan gusto leer por todo lo que te aporta.

Ysabel M.