La cocinera de Castamar

Opinión:

¿Puede un libro de 764 páginas quedarse corto? Pues sí y la prueba es "La cocinera de Castamar", la nueva novela de Fernando J. Múñez que acaba de publicar Planeta y que es toda una delicia.

De principio a fin, te atrapa. Lo que más destaco en ella es el estilo narrativo tan detallista que tiene Fernando J. Múñez. Cuida mucho las palabras, los detalles y esto hace que no sólo te pongas en la piel de los personajes, sino que te sientas en Castamar, en 1720, llegas a sentir los distintos olores que salen de la cocina de Clara Belmonte, sientes hasta el sabor de cada uno de los platos que prepara. Es una novela con la que vives a cada palabra hasta el punto de que incita a releer párrafos para volver a experimentar esta sensación. El siglo XVIII es el siglo de la Luz y yo la he sentido. Ha sabido captar a la perfección todo el ambiente que se vivía en el Madrid de ese momento con la recién llegada al trono de Felipe V y la instauración de la dinastía Borbón.

Otro gran punto a favor y que sobresale, es la trama; la historia en sí. Ésta gira en torno a Clara Belmonte. Ella es hija de un prestigioso médico que ya ha fallecido. No es como el resto de las mujeres que trabajan en Castamar. Ella es una mujer culta y con un don especial para la cocina. Este no pasará desapercibido para don Diego, el duque, ni para doña Úrsula, la dueña o Ama de Llaves. El personaje de Clara es muy interesante, me gusta que el autor la haya perfilado así con ese bagaje cultural que tiene y que le permite razonar y mostrar su opinión. Estamos en 1720 y, la mayoría de las mujeres seguía sin tener acceso a la cultura, Además, Clara es independiente y muy segura de sí misma. Seguridad que tan sólo se ve turbada cuando aparece don Diego.

Él es el duque, el dueño de Castamar. Desde el principio va a sentir algo especial por Clara. Entre ambos va tejiéndose una relación que pone un poco de los nervios ya que deseas que estén juntos, que haya algo entre ellos. Pero las cosas van despacio, a su ritmo. Este juego que crea el autor me ha gustado porque añade intriga a la trama.

Otro personaje imposible de olvidar es doña Úrsula. Es de los que llegas a odiar por lo mala que es. Es una mujer muy odiosa, llena de rencor, intolerante, que se cree la dueña de Castamar. Es el Ama de Llaves pero actúa como la dueña de la casa y tiene al resto de los criados casi como si fuesen sus esclavos. Siente mucho odio hacia Clara y se comporta con ella de forma cruel. Cuando estás leyendo no puedes evitar sentir lástima por la forma en que la trata. Doña Úrsula es muy clasista, no acepta tampoco a Gabriel, el hermano negro de don Diego. No lo acepta por su raza.

La novela está llena de personajes. Estos que he citado son los principales pero no serían nada sin los secundarios como Melquiades, el mayordomo, o el mismo Gabriel. Todos ellos forman parte de esta mansión tan especial que es Castamar.

La recreación que Fernando J. Múñez hace de este momento del siglo XVIII es extraordinaria. La vida en Castamar permite al lector asistir, también, a la política del momento. Hace poco que ha acabado la Guerra de Sucesión y se notan aún sus consecuencias, algunas de las cuales afectan a los personajes.

"La cocinera de Castamar" da mucho juego. No sólo es detallista su estilo sino muy cinematográfico. Es un buen material para hacer una película o serie basada en ella. Una novela de época muy bien escrita.

No conocía a su autor pero me ha encantado. Tiene una forma de escribir deliciosa. Maneja a la perfección el lenguaje y sabe cómo hacer que los personajes se metan en la piel del lector. Para mí, esta novela es una de las sorpresas del año. Una historia de las que gustan tanto que te dan pena de que acaben. Pese a las 700 y pico páginas, no tienes suficiente.

Así que os invito a que os sentéis en la mesa y os dejéis conquistar por los deliciosos platos de "La cocinera de Castamar".

Ysabel M.