La cena secreta (edición 2011)

Opinión:

Esta novela me reconcilia del todo con Javier Sierra como escritor de ficción, ya que otras obras de esta autor ("La dama de azul" y "Las puertas templarias") no me convencieron demasiado. Desde mi punto de vista, en estos títulos, Sierra demostraba sus grandes conocimientos sobre los temas tratados, pero poco más Las tramas me parecieron algo descuidadas y faltas de ritmo o interés. Por eso, hasta la lectura de "La Cena Secreta" consideraba a este autor como un periodista excelente, pero no tan buen novelista.

Por fin Javier Sierra ha conseguido equilibrar los aspectos divulgativos o periodísticos que intenta trasmitir con una trama interesante, bien llevada y en algunos momentos hasta apasionante. "La Cena Secreta" es de ese tipo de novelas que uno empieza a leer y da la que duele desengancharse para ir al trabajo o que a uno le fastidia tener que dejar porque le vence el sueño.

Sierra ha conseguido colocar su novela en el TOP-TEN de ventas en Estados Unidos, en el número ocho, según mis últimas noticias, e incluso ha sido entrevistado en un programa de gran audiencia. Su novela ha sido traducida a muchos idiomas y ha provocado un gran interés.

Sé que las comparaciones son odiosas pero aunque la prosa de Sierra me sigue pareciendo un poco "infantil", considero esta novela mucho más trabajada que la de Brown y por supuesto, las conclusiones finales muchísimo más plausibles. Tal y como lo cuenta Sierra, todo me convence bastante más.

Preguntado en un programa de televisión de nuestro país, Channel Nº 4, sobre la coincidencia de su novela con el fenómeno "Código Da Vinci", Sierra asegura haber escrito su novela mucho antes que la de Dan Brown. Y desde luego, a mí al menos "La Cena Secreta" me parece escrita con mayor rigor histórico que la de éste, es mucho más interesante, los personajes son más atractivos, aunque algo faltos de fuerza, y la historia me parece mucho mejor contada. No me resulta tan inverosímil como "El Código Da Vinci".

La presunta investigación que el autor haya podido hacer para escribir su novela, me parece de gran solidez y eso se nota en el resultado final: una narración que parte ya de un trabajo excelente de documentación, contado con enorme convicción en lo que se cuenta. A diferencia de Brown, Sierra se cree su historia y por eso consigue trasmitirnos el entusiasmo de sus investigaciones. Y aquí radica, pienso yo, la principal cualidad de esta novela, con vocación también de best-seller, pero que demuestra que no todos los "best-selleros" son iguales ni todas estas novelas están todas cortadas por el mismo patrón.

Está claro que "La Cena Secreta" no es "El nombre de la Rosa", pero ni falta que le hace. Es como una buena pelí, entretenida, interesante, con un buen trabajo de documentación e investigación, y que en algunos momentos hasta te hace pensar un poco. ¿Qué más se puede pedir?



Manel Haro

Yo no soy un seguidor de este género de novelas porque normalmente me parecen que violan demasiado el rigor histórico, se vuelven aburridas, fantasiosas... Además, este libro tenía el handicap de la comparación con "El código da Vinci", novela que no me gustó. A pesar de ello, accedí a leer "La cena secreta".

Y la verdad es que me ha gustado mucho. Desde luego, la documentación es muchísimo mayor que la novela de Brown. Sierra demuestra ser consecuente con lo que va diciendo y aporta datos cuando debe aportarlos. No creo que haya aburrimiento en ningún momento, la tensión está bien sostenida.

Yo creo que el éxito de esta novela sí es merecido y animo a todos a leer "La cena secreta", porque afortunadamente no todos los best sellers son malos.



Juan de Dios Garduño Cuenca

Quiero decir que dentro de la abalancha de títulos de esta índole, La cena secreta, según mi opinión pasa sin pena de gloria. Pienso que el autor no ha sabido darle a la trama la entonación adecuada y su lectura es tediosa. Los autores (y editores) han aprovechado la ola de El código da Vinci para sepultarnos en novelas "históricas" sin mirar su calidad literaria. Así es este mundillo, lo que da dinero hay que exprimirlo.

Juan de Dios Garduño Cuenca