La casa de la caridad

Opinión:

El cólera ha causado su primera víctima mortal en Berlín y el terror se adueña de las calles. A pesar de que el doctor Dieffenbach y sus colegas de la Charité luchan sin tregua para frenar la epidemia, se enfrentan a dos graves problemas: desconocen la forma de transmisión de la enfermedad y los tratamientos que aplican no son efectivos.

No es el cólera el único mal que azota la ciudad: la pobreza obliga a muchas familias a vivir hacinadas en minúsculas casas rodeadas de inmundicias. Elizabeth, cansada de esa vida y deseosa de ganarse su propio sustento, decide entrar a trabajar como enfermera en la Charité. Ganará muy poco y trabajará de sol a sol, pero tendrá comida y un lugar donde dormir.

Su camino se cruza con el de Martha, una experimentada partera, que cuenta con escasos medios para conseguir que las mujeres den a luz sin perder la vida. Guarda cada moneda que gana para poder conseguir un futuro algo más halagüeño para su hijo.

"La casa de la caridad", de Ulrike Schweikert, es una novela histórica ambientada en el Berlín de principios del siglo XIX. Aunque buena parte del libro se desarrolla en el hospital Charité, también nos muestra cómo era la vida de la familia real en el fastuoso palacio de Charlottenburg, la vida de las familias de clase alta en las conocidas Friedrichstrasse y Unter den Linden, y la de las humildes familias que vivían en casuchas a orillas del río Spree.

La autora narra los pequeños avances médicos que se lograron en el hospital, pero he de reconocer que como lectora del siglo XXI lo he pasado fatal leyendo algunas escenas. Tanto por el trato que reciben los pacientes por parte de los enfermeros, cómo por esas cirugías sin ningún tipo de anestesia tras las cuales, en un alto porcentaje de los casos, los pacientes se enfrentaban a grandes infecciones.

Las historias hospitalarias se alternan con la vida personal de los protagonistas. Las ansias de aprender del doctor Dieffenbach para poder mejorar o salvar un mayor número de vidas, la lucha de Elizabeth por conseguir el mejor trato para sus pacientes y la de Martha por conseguir una buena educación para su hijo.

Una gran novela que nos muestra lo mucho que ha avanzado la medicina. En menos de doscientos años los médicos no han dejado de investigar para desarrollar nuevos tratamientos y los enfermeros han luchado para conseguir una mejor atención a los pacientes independientemente de su posición social. También han luchado las mujeres para conseguir estudiar y acceder a trabajos mejor remunerados que les permitieran vivir como ellas querían, sin depender de nadie, si ese era su deseo.

Una visita literaria a un Berlín diferente. Un Berlín que se modernizaba y que luchaba por los más desfavorecidos sin sospechar que, años después, quedaría prácticamente destruido por la locura de un hombre que se creía invencible.

Ana G. Aranda