Fin del juego

Opinión:

"Fin del juego" es una novela de género negro de Jorge Sánchez López, que ha sido publicada por RBA Libros en un volumen de tapa blanda.

La narración es en primera persona por parte del protagonista, el inspector Almanzor, de manera que mostrará sus acciones y movimientos, sus neuras, de las que va bien servido, y sus relaciones con el resto de personajes, ya sean familiares u otros policías, además de toda la caterva con que se va encontrando en su investigación, un puñado elementos barriobajeros con los que, en varias ocasiones, acaba bastante maltrecho, llegando incluso a tener que ser ingresad en el hospital, después de lo cual no es que quede en muy buen estado que digamos.

Aunque la trama esté centrada en el caso del asesinato, el tiempo que transcurre puede tener muchos ritmos distintos, pasando de ser un continuo ir de un lado a otro, a que transcurran un par de meses entre escenas, que no capítulos, pues en cada uno puede haber multitud de escenas, simplemente separadas por un espacio mayor entre párrafos; supongo que habrá sido para que no hubiese alguno demasiado cortos, que no llenarían ni una página.

Un problema que me he encontrado en el libro ha sido la falta de revisión del texto, no porque haya erratas, aunque hubiera veces en que la expresión del autor me chirriaba un poco, sino por errores que se han colado, más bien hacia el final, ya que si los había antes, no me percaté. A lo que iba, cerca del final hay un personaje que pasa de ser hermano de alguien a ser su hijo y eso ocurre en páginas muy cercanas entre sí; otro caso es que otro personaje se le pone primero un apellido y luego otro diferente, pasando de ser Clara Vázquez a ser Clara Fernández, con esos líos, no es de extrañar que los policías vayan bastante despistados durante buena parte de la novela.

En lo que respecta al comportamiento de los personajes, dejando aparte al inspector que va por libre siempre que le da la gana, puede que el resto de policías estén un poco por la labor, aunque eso no impide que estén dando palos de ciego todo el tiempo y que también parezcan un tanto incapaces o superados por un grupo de delincuentes, que son incapaces de encontrar dentro de una zona relativamente reducida, aunque hayan apalizado hasta casi la muerte a uno de los suyos; no es que sean un numeroso grupo internacional con grandes influencias y poder, tal como se les llega a presentar en una ocasión, sino que sólo son una media docena escasa de rateros del barrio y no con esas.

Es lo que tiene esta novela, que empieza más o menos bien, pero que se desinfla pronto y acaba dejando un sabor agridulce de que podría haber sido mucho más.

Selin