Crisanta

Opinión:

Crisanta es la principal protagonista de esta novela que tiene la particularidad de tener una narrativa que hace que se lea con suma tranquilidad a pesar de ser un thriller. Después del encargo de una embajadora portuguesa para localizar el tríptico robado Jan Van Eyck, tendrá que lidiar con un capitán de la Policía cercano a los falangistas para poder hablar con la única persona que conoce donde está escondido, pero en el último momento ambos se quedan sin la información que podía haberlos hecho ganar un dinero y quién sabe si una nueva vida fuera de España.

A partir de aquí la trama va ofreciendo una serie de giros y sorpresas que obligan al lector a situar a cada uno de los personajes, que, de manera coral, van abriendo diferentes frentes, relatando sus recuerdos y ampliando el foco de atención. Y es que las diferentes historias a las que nos vamos a enfrentar entran a formar parte de ese género negro que tanto nos gusta y que en este caso nos adentra en la picaresca y el expolio que se vivió durante la guerra civil.

A través de un tratamiento original e impactante, Juan Ramón Biedma plasma la sociedad sevillana: por un lado, los militares y los afectos al nuevo régimen que se quiere implantar festejando la victoria antes de tiempo; el resto, dividido y escondido. Durante todo el relato el autor nos recuerda que estamos en octubre del año 36 y España está en guerra, porque los hechos que aquí se narran, salvo alguna detención y los famosos paseos, nos lleva a conocer el escenario de retaguardia de las tropas sublevadas y el silencio y complicidad de los sevillanos.

La parte de misterio viene dada por una sociedad espiritista que se encarga de realizar una investigación en un hospital y en otros caserones de Sevilla, por lo que buena parte del relato está dedicado a comunicarse con los espíritus o esperar de ellos que se manifiesten buscando una información acerca de unos niños asesinados en extrañas circunstancias. A ellos, en calidad de supervisor, se les une Juan Serrador, un excapellán de la legión que además se ve envuelto en una operación clandestina para salvar a un exgobernador de izquierdas. Un personaje que junto a Crisanta lleva el peso de la trama hasta el desenlace.

En definitiva, una novela atractiva y bien escrita, con un planteamiento idóneo para los que huyen de argumentos cocinados y con unos personajes creíbles, bien definidos y llenos de sorpresas, que además tiene el valor añadido de desarrollarse en uno de los momentos más oscuros de nuestra historia.

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