Como el perro y el gato

Opinión:

Dos años más tarde, la novela de Gilles Legardinier "Como el perro y el gato" aterriza en las librerías españolas. Lo hace después de que el autor consiguiese un gran éxito con la novela de humor "Días de perros", un auténtico devorador de ventas en Francia.

La portada prometía humor y una gran diversión, pero la novela parece fallar en ese aspecto. No es un humor muy inteligente, de aquellos finos y con ironía o sorna, sino un humor aparentemente fácil con situaciones cómicas y absurdas de una protagonista que en ningún momento da la sensación de convencer como mujer. Si la intención del autor era hacer reír con un personaje ridículo o situaciones absurdas, se queda en el intento. Hay momentos en los que el lector no podrá evitar una sonrisa o una risa, pero encontrará difícil descarcajarse con ella. 

La protagonista cuesta de ser creíble, como ser humano y como mujer. Eso, unido a las muchas situaciones absurdamente cómicas, quizá conviertan la novela en una lectura fría y distante, sin que el lector acabe de conectar con los personajes o la historia. Marie no da la sensación de ser una mujer actual: débil, fácil de influenciar, con poca personalidad y con una fe en el amor de príncipe azul. Ella se promete hacer sufrir a los hombres después de que la persona a la que más amaba la dejase por otra mujer, pero la pronta aparición de una serie de misivas de un amante oculto provocarán en ella que se olvide de su juramento y que se torne una princesa Disney. 

Positivamente, hay que comentar el cierto grado de tensión que guarda la identidad de aquel que escribe las epístolas, el cual no se revela hasta bien entrado el final. Por lo demás, el lector se sentirá confundido por no comprender realmente con qué propósito se ha escrito esta novela. Porque el Arte es más que puro entretenimiento, por más que la sociedad actual quiera encubrirlo. Mensaje, estética, aprendizaje, sensaciones reales,... Todo eso no puede olvidarse u obviarse.

Cristià Serrano