Chelston House

Opinión:

Me preguntaron si me gustaba el libro y en aquel momento estaba en pleno apogeo, probablemente en la parte más misteriosa e intrigante de la novela, y les dije que sí. De hecho comenté, y me reafirmo, que me recordaba muchísimo a las novelas de Diane Guest, con las que realmente me lo pasaba bien. Es decir, sabía que no eran grandes novelas, si no novelas de entretenimiento, pero pasaba unas horas estupendas. En ese sentido "Chelston House" también cumple, y además es un texto que se lee como la mayoría de novelas juveniles. No es nada farragoso, al contrario, es muy ligero, y desde luego se lee en un suspiro. Quien espere una novela más currada que se olvide.

Soy una amante del terror, y si bien no me dan miedo los libros del género, tampoco desprecio cosas más light como los de intriga y misterio, incluso de éste podría decirse que roza el thriller (aunque la relación amorosa de Amanda y Edward tengan excesivo peso). No es una novela negra ni sobrenatural (lo cierto es que viendo la portada de Colucci -magnífica- pensaba que lo sería), es en todo caso una historia de secretos horribles que no se pueden contar… ni ver. Y si alguien ve algo no es un fantasma.

Laura Falcó se ha entregado esta vez a perfilar los personajes (algo que no hizo en "Gritos antes de morir"), así pues veremos claramente cómo es Meredith, nos quedarán claros los cambios de comportamiento de Edward, y veremos en Amanda más bien a una joven que parece española (que no lo será, pero las cosas que cuenta, como lo del aceite de hígado de bacalao, o estar en Babia, entre otras, suena muy español), abierta, concienciada con el mundo en el que vive, que no aprecia ni desprecia en principio una vida como la que ofrece Chelston House, hasta que las cosas se ponen muy feas. Eso sí, no es que peque de ingenua, es que a veces le darías un cachete porque ciertas reacciones no son muy dignas de una chica inteligente. Podríamos justificarla diciendo que es sensible pero, honestamente, es increíble que una chica esté siempre mortificándose por no haberle contado al novio algunas cosas que de hecho no debería contarle.

En fin, entre dudas, desapariciones, extrañas reacciones y una falta absoluta de descanso y sueño, pasa Amanda sus días en Chelston House, con una suegra muy altanera acostumbrada a organizarlo todo, y demasiadas pistas para el lector para conocer parte del final antes de hora (aunque Laura se guarde algunos ases en la manga).

El ala este es el gran misterio. Allí no se puede entrar, y allí vio Amanda a una joven doncella intentando dejarle un mensaje en el cristal. Sobre el ala este gira toda la novela. Y por supuesto podremos elucubrar qué pasará ahí y quizás alguien acierte, pero confieso que en este caso me ha sorprendido bastante -por original- una de las dos cosas que ocurren tras aquella puerta. Yo creo que también os sorprenderá. La segunda, pues no… es demasiado obvia.

Quizás haya sentido que el nivel bajaba conforme avanzaba la novela, aunque no es muy notable; simplemente ya sabemos prácticamente todo lo que hay que saber y nos lleva al desenlace. La novela se precipita hacia un final -tristemente- bastante previsible porque echa mano de varios clichés.

Pero precisamente aquí -en el final-  es donde me gustaría hacer notar algunas cosas respecto a la narración.

Por un lado cuesta creer (muchísimo) que un asesino le cuente a su próxima víctima en una especie de monólogo, detalles de anteriores asesinatos que versen más sobre si el cuerpo cayó flácido (por poner un ejemplo). No me imagino a un asesino de verdad indicándole a su próxima víctima detalles como éste, y debo decir que no lo pensé una sola vez a lo largo de la novela, lo pensé un par de veces (no sólo en esta escena)

Por otro lado cuando llegas al final -y obviamente no puedo contar nada- probablemente opines como yo que hubiera sido mucho más creíble que aquella historia estuviera contada en tercera persona, y no en primera. Al cerrar el libro he tenido la impresión de que la historia se desinflaba justamente por ese motivo.

Y otra cosa que tendría en cuenta para próximas ediciones es que repasen de nuevo el texto. En apenas 16 líneas aparecen siete "yoes" (yo). Llega a resultar apabullante y me da una información posiblemente errónea de la protagonista (puedo imaginarla bastante egocéntrica y luego resulta que es más bien tontorrona y algo sumisa). Y un gazapo (del que daré cuenta en la sección Gazapos literarios de la web)

Pero una cosa no quita la otra, la novela tiene elementos para mantenerte enganchado varias horas e incluso leerte la novela de un tirón.

"Chelston House" fue premiada en Imaginamálaga a la mejor obra literaria. Hombre, confieso que yo le habría dado antes el premio a "Extraños eones" de Bueso o a "Un minuto antes de la oscuridad" de Biurrun. Posiblemente hasta Laura, que es una gran fan del terror, se lo hubiera dado también a uno de estos, pero es que el mundo de los premios tiene consignas que no entiendo.

Anika Lillo