Buscando a Dorothy

Opinión:

Si no fuera porque fueron una pareja real, cualquiera pensaría que Frank y Maud Baum fueron una pareja de película. Él, un hombre brillante y emprendedor, aunque incomprendido y, aparentemente, un fracasado la mayor parte de su vida. Ella, hija de una sufragista que decidió enfrentarse a su madre y abandonar sus estudios para casarse con un actor que parecía fracasar en todos sus intentos por prosperar. Una pareja que se adoraba y complementaba a la perfección, y que formó una familia maravillosa a pesar de las dificultades.

No es de extrañar que lo que más me ha gustado de este libro sean los capítulos dedicados a ellos. Van desde que Maud entra en la universidad, poco antes de conocer al que sería su esposo, hasta el momento en que publican el libro y este supera todas las expectativas, y realmente vivieron una vida increíble, llena de cambios y altibajos.

Además, Elizabeth Letts ha sabido impregnar detalles del mundo de Oz en la vida cotidiana de la familia. Muchos de esos detalles están debidamente documentados (como la visión de Kansas, el origen del Espantapájaros o el del Hombre de Hojalata), pero los otros, como la inspiración para el personaje de Dorothy, son invención de la autora, sin que desentonen en lo más mínimo.

La otra parte también tiene su gracia, claro, y descubres algunas curiosidades sobre la película, como que casi eliminaron la canción Over the rainbow, que hoy es mítica, o que se encontró una chaqueta que presuntamente perteneció al autor en una tienda de segunda mano.

Lo mal que lo pasó Judy durante el rodaje, donde la obligaban a fumar y a atiborrarse a pastillas para adelgazar en un intento de retrasar su madurez, entre muchas otras cosas, también es un punto importante, y ahí es donde entra Maud, que poco puede hacer por proteger a la chica o por influir del todo en la película, cuando ni siquiera le dejaban leer el guion.

Es quizás por cosas como estas por las que esa parte más reciente en el tiempo tiene menos fuerza, porque da la sensación de que no hay avances y de que Maud es impotente a la hora de proteger a Oz. Por suerte, no se desviaron de la esencia del libro, pero de haberlo hecho la sensación es de que ella nada habría podido hacer para impedirlo.

En definitiva, es un libro que me ha entusiasmado en la parte del matrimonio, y que simplemente me pareció entretenido en la del rodaje. Por suerte, las partes del matrimonio tienen más extensión y tanta fuerza que eso inclina la balanza muy positivamente.

Déborah F. Muñoz