Balvanera

Opinión:

Dentro de la novela histórica, uno de los nombres que suenan con más fuerza es el del escritor gallego Francisco Narla.  Sus novelas destacan no solo por la amenidad a la hora de leerlas, sino por el rigor histórico que desprenden. Cada novela, cada libro, tiene tras de sí una completa labor documental que no se centra solo en la consulta de archivos y documentos, también en explorar técnicas de construcción o artesanía que había en ese momento para dar mayor credibilidad al relato que narran.

A Francisco Narla tuve la suerte de descubrirle con su novela "Laín, el bastardo", publicada también por la editorial Edhasa. Ahora he vuelto a leerle con su última novela titulada "Balvanera. La puta beata, el fraile descreído, el indio cojo y el hideputa honrado". Título que recuerda a las novelas del siglo XVI.

Es impresionante la forma de escribir que tiene  Francisco Narla. Consigue fácilmente captar la atención del lector. Fiel a su estilo, combina el rigor histórico con una dosis de novela de aventuras que dan agilidad y ritmo al relato. En esta novela, además, le añade una dosis de intriga representada en ese robo que se pretende llevar a cabo. Llama la atención quiénes van a ser los ladrones. Los cuatro se caracterizan por ser, en apariencia, unos desgraciados que no han tenido mucha suerte en la vida y que ven en ese robo su única salida. ¿Lo conseguirán? Personalmente, me han parecido unos pícaros. Representan a esta España pícara que se las ingenia para sobrevivir, sea como sea.

De nuevo, aparecen datos curiosos y desconocidos. Aquí se habla del palo de tinte. En el siglo XVI era un objeto muy preciado, ya que servía para teñir de negro las telas. En ese momento, especialmente en la Corona española, vestir de negro no era símbolo de luto, sino de poder. Este palo tenía un gran valor. Valor del que son conscientes los ladrones, especialmente Camacho.

Francisco Narla tiene un estilo narrativo muy ameno. En cada una de sus novelas, el lector puede apreciar que vive lo que está escribiendo, que no es únicamente papel y tinta, sino que ha puesto en cada una de las palabras mucha pasión. Es un autor, como él mismo ha comentado en muchas entrevistas, al que le gusta documentarse y experimentar las técnicas que se empleaban en ese momento. Ello da más realismo a su historia y hace más creíble la trama. Como consecuencia de esta documentación, además, se ha recreado perfectamente la atmósfera del siglo XVI, del ambiente que reinaba en lugares como Sevilla o La Habana. También da mayor protagonismo a la gente normal frente a los poderosos. Me gusta mucho cómo recrea en cada novela la sociedad del momento y la forma de vida. Todos estos detalles que aporta enriquecen sus novelas y le dan mayor calidad.

En esta novela, la parte más descriptiva se convierte en indispensable. Me gusta mucho cómo describe cada escena, la hace real y que el lector pueda sentirla y verla. Esto es un arma de doble juego: te agrada leer las partes más agradables, pero lo pasas muy mal en las malas y cruentas.

Es un autor muy bueno. Esta novela tiene todos los ingredientes para gustar. A los lectores que buscan una buena novela histórica, les ofrece un momento no muy conocido; a los que se decantan por las historias de aventuras e intriga, tienen también en ella una buena lectura.  

La editorial Edhasa ha cuidado la edición. Es en tapa dura e incluye un curioso cuadernillo final que nadie ha de perderse. Francisco Narla es un autor de máxima confianza, por ello, su novela es muy recomendada. Una historia con la que lo pasas bien, pero aprendes al mismo tiempo. Dentro de la novela histórica, es uno de los mejores títulos que se han publicado recientemente.

Ysabel M.