Unidos por espinas (Bestias de las zarzas 1)

Opinión:

"Unidos por espinas" es el primer libro de la saga Bestias de las zarzas, escrita por Elizabeth Helen. Bajo este seudónimo se esconden dos hermanas que escriben en coautoría novelas de romantasy.

Titania ha sido la encargada de publicar la obra en español, con una portada que resulta cautivadora, y con guardas ilustradas con motivos inspirados en la historia, que aportan un detalle distintivo que me ha encantado.

Se considera a esta novela como un retelling de 'La Bella y la bestia'. Es cierto que comparte algunos elementos reconocibles -una protagonista amante de los libros, bestias y rosas encantadas-, aunque la trama introduce un componente mágico mucho más amplio y un punto canalla que se aleja del tono clásico de la historia original.

Lo primero que destacan son sus personajes. Rosalina, una joven librera tímida y atrapada en una relación tóxica, despierta compasión al principio por el rechazo del pueblo y su vida gris. Sin embargo, al viajar al reino fae, experimenta una transformación que, en un principio, me resultó algo chocante, pues no parecía encajar del todo con su carácter ni con su modo de actuar hasta ese momento. Aun así, dándole el beneficio de la duda, lo cierto es que su evolución acaba siendo positiva; se convierte en una mujer más segura de sí misma, capaz de brillar con luz propia. Tal vez solo necesitaba un lugar en el que encajar para poder ser ella misma.

En cuanto a los príncipes, no podrían ser más distintos entre sí. Keldarion, el príncipe del Invierno, es un hombre apuesto y enigmático, cuya sola presencia transmite peligro y frialdad. Es quien dirige el castillo, arrastrando la carga de la maldición con una amarga serenidad. En el pasado cometió un error que lo enfrentó a su propio pueblo; parece ser que traicionó a los suyos por un amor que terminó destrozándolo. La llegada de Rosalina trae consigo un soplo de aire fresco a su existencia, aunque también despierta un peligro aún mayor.

Ezryn, el príncipe de la Primavera, es un enigma, pues siempre oculta su rostro tras un yelmo: mostrarlo sería una deshonra para su familia. Su carácter es contradictorio; por un lado, se muestra feroz, enfadado con el mundo, pero en el fondo cree que la llegada de Rosalina podría ser beneficiosa para todos, especialmente para Kel, ayudándolo a salir de ese letargo que lo consume.

Dayton, el príncipe del Verano, es seductor y seguro de sí mismo. No pierde ocasión de entregarse a los placeres, en especial a los carnales, y lo hace con un desparpajo irresistible. Su carisma y encanto natural aportan ligereza a la historia, ofreciendo al lector un respiro entre tanta tensión.

En cuanto a Farron, el príncipe del Otoño, es con quien Rosalina conecta más fácilmente al inicio. Ha dedicado mucho tiempo a investigar cómo romper la maldición, aunque sin éxito. Sin embargo, en el fondo parece que no tiene verdadero interés en hallar una solución definitiva, pues hacerlo implicaría perder a alguien a quien no está dispuesto a dejar ir.

Y, por último, está el misterioso príncipe de las Espinas, una figura oscura y ambiciosa que ansía adueñarse de Castletree, extendiendo poco a poco sus espinas sobre el castillo. Su historia se entrelaza con la de Keldarion y, aunque es posible intuir hacia dónde van los tiros, suscita a suficiente intriga para continuar con la saga, porque me imagino que en los próximos volúmenes se revelen más detalles de ese pasado.

La novela se desarrolla en un mundo fantástico habitado por faes y magia, con un escenario bastante logrado. El castillo, con sus distintas alas y espacios propios de cada príncipe, resulta fácil de imaginar. La forma en que Rosalina se integra sin esfuerzo en este entorno, sin mostrar temor alguno ni a los príncipes ni a expresar lo que piensa, aporta vidilla a la convivencia. Y es que la atracción hacia ella es evidente, todos parecen sentir algo y, aunque en un principio parecía que las cosas se iban a descontrolar, en ese sentido la novela es más recatada, aunque hay varias escenas de sexo explícito que intensifican la tensión y mantienen al límite la chispa entre los protagonistas.

Es una novela fácil de leer, que te atrapa desde el principio. Los personajes tienen mucho encanto y cada uno sabe explotarlo a su manera, lo que hace que la narración sea bastante entretenida. 

En definitiva, "Unidos por espinas" es una lectura ágil y atrapante, con personajes carismáticos y una trama llena de magia y romance que engancha sin remedio.

Una historia que deja con ganas de más.

Mónica CZ