Una musa de fuego

Opinión:

"Una musa de fuego" tiene una protagonista poco convencional: una joven con trastorno bipolar, que la propia autora sufre en sus carnes, por lo que sabe de lo que habla y no hay cosas raras fruto de una documentación descuidada. Su miedo a la locura y la promesa de una cura son una poderosa motivación, su dominio de la nigromancia es un potenciador de esos miedos además de una barrera, ya que puede ser muy peligroso para ella y los suyos que alguien perciba lo que es capaz de hacer, en especial tras sucesos que ocurrieron años atrás y que generaron un miedo terrible entre la población y una gran represión por parte de los colonizadores.

El sistema de magia tiene su interés, ya que consiste en que los nigromantes son capaces de ver las almas no reclamadas (no solo de personas, sino también de todo tipo de animales) e insertarlas dentro de un soporte inanimado para que hagan su voluntad, cosa que Jetta hace con sus marionetas en un principio, pero después también empieza a darle otros usos creativos a su poder conforme necesita salir de situaciones cada vez más peligrosas.

El contexto también tiene su encanto: una rebelión en ciernes en una localización que bien podría ser el sudeste asiático frente a un ejército que bien podría estar inspirado en el colonialismo francés. Se adereza con un pasado reciente dominado por un peligroso nigromante al que todos temían, detenido por ese ejército invasor que reprime las tradiciones ancestrales. Y, para rematar, los protagonistas son una troupe de artistas y un contrabandista que guarda muchos secretos.

Una mezcla así tiene su gracia, pero también la forma de contarlo. La mayor parte del libro está narrado en primera persona presente del punto de vista de Jetta, pero también se intercalan fragmentos de textos, epístolas, telegramas y carteles; partituras musicales; mapas y guiones teatrales que narran la escena cuando no está Jetta presente.

Si hay alguna objeción que hacerle al libro es, quizás, que la estructura resulta bastante predecible y falta de sorpresas, ya que anticipé cada giro y buena parte de las apariciones inesperadas de personajes. No obstante, eso es lo de menos cuando tienes un mundo original, con personajes interesantes y bien trazados cuyas capas van cayendo poco a poco. Por otro lado, al haber continuación, es posible que haya desarrollos de trama más sorprendentes en próximos libros.

Déborah F. Muñoz