Anika entre libros

Una cabeza llena de fantasmas

Ficha realizada por: Anika Lillo
Una cabeza llena de fantasmas

Título: Una cabeza llena de fantasmas
Título Original: (A Head Full of Ghosts, 2015)
Autor: Paul Tremblay
Editorial: Nocturna
Colección: Noches Negras


Copyright:

© Paul Tremblay, 2015

© Traducción: Manuel de los Reyes García Campos, 2017

© Nocturna  Ediciones, S.L., 2017

Edición: 1ª Edición: Noviembre 2017
ISBN: 9788416858262
Tapa: Blanda
Etiquetas: blog crítica cinematográfica crítica social drama novela dramática misterio exorcismo fanatismo homenaje intriga tensión literatura estadounidense novela novela dramática posesiones reality show televisión terror miedo horror tragedia medios de comunicación esquizofrenia locura patriarcado mentiras machismo espectáculos shows televisivos misoginia fanatismo religioso fe y creencias bloggers rodajes Shirley Jackson
Nº de páginas: 386

Argumento:

Marjorie es una adolescente que de pronto, justo en el peor momento (el padre no encuentra trabajo, la familia parece desmoronarse…) empieza a mostrar signos de esquizofrenia. Como la Medicina no acaba con el problema, el padre, John Barrett, decide recurrir a la religión y enmendarse a un sacerdote. Y así es como la Iglesia acaba interviniendo para hacer un exorcismo.

Lo que llama más la atención, lo que se sale fuera lo corriente, es que además los Barrett aceptan por una cuantiosa cantidad de dinero permitir que un canal de televisión grabe un reality show de todo lo que pasa.

Quince años después la que entonces era la hermana pequeña, Merry (Meredith) narra todos los hechos que recuerda a una periodista.

 

Opinión:

 

Lo primero que pensé cuando leía la novela es cuánto me recordaba a Shirley Jackson esa forma de narrar hechos: insinuando más que contando. Sabemos que hubo un exorcismo (porque lo dicen), y por supuesto que la televisión medió (porque lo dicen) y se creó un espectáculo con ello (porque lo dicen). Pero… no sabemos nada más, no lo explica aún, hay que ir avanzando, dejar que nos cuenten poco a poco los detalles para saber más, al más puro estilo Jackson. Eso me gustó. Por cierto, que el que llamara Merry a la pequeña también me recordó mucho a Shirley Jackson pues "Siempre hemos vivido en el castillo" tiene una historia similar con una niña pequeña a la que llaman Merricat.

Lo segundo que pensé es cuánto me descolocaba que, de pronto, en mitad de la intriga y el drama, tuviéramos que leer un blog (que se escribe quince años después de los hechos) especializado en cine y literatura de terror, que en esa ocasión se había centrado en el caso de los Barrett gracias a aquel reality show que terminó tan mal.

Ese blog, escrito con simpatía y cercanía (la editorial cambia el estilo de letra, detalle que me ha gustado), no pega demasiado ante el dramatismo, pero tampoco entorpece la lectura, si acaso como se dedica a desgranar lo que ocurrió -o mejor dicho lo que los telespectadores vieron/se les dejó ver- y te da más puntos de vista. Son tres: El de la hija pequeña que cuenta la historia, el nuestro como lectores, y el de la bloguera. Eso sí, me da la impresión de que está ahí por dos motivos: uno, para que todos veamos lo puesto que está Paul Tremblay en cine y literatura de terror (lamento decirle que no es el único friki, siempre sabía de qué hablaba), y otro mucho más importante, que el autor utilizó el perfil de esa chica (una tal Karen) para dos cosas muy concretas: una es poner el foco en el machismo y la misoginia católica o el patriarcado, o la posible manipulación de los medios de comunicación y su impacto (o sea, poner sobre la mesa temas de actualidad bastante polémicos); y la otra, que parece una forma de excusarse a sí mismo, es aquello de "antes de que digan algo sobre la historia voy a decirlo yo": mediante la voz de Karen en el blog puede, perfectamente, responder a comentarios negativos de los lectores porque ya se encarga ella de hacerlo si hace falta. ¿A qué me refiero? "Una cabeza llena de fantasmas" está llena de guiños a otras novelas y películas de terror, es un homenaje en plena regla, y para que no le digamos "qué poco original" o confesemos que sabemos de dónde ha sacado esto o aquello otro, ella misma (Karen) o sea él mismo (el autor) nos lo adelanta con la excusa de que Karen es una experta en crítica de cine y literatura de género.

Sin abandonar su pasión por el terror, eso sí. Lo que no me ha gustado nada del blog, lo que me ha fastidiado sobremanera, es que ese propio blog mete un spoiler gigantesco justo cuando estamos acabando, y aunque Paul Tremblay cambia el final para darnos una sorpresa, lo hubiera matado por contarme "eso" antes de hora. Se lo podía haber ahorrado.

Pero el libro es brutal, os lo confieso, no sólo adictivo; es también de una intriga que hace que busques cualquier ratito para agarrar el libro y no soltarlo. ¿Por qué? Veamos, ¿está Marjorie poseída como dice su padre y asegura el cura?, ¿tiene una esquizofrenia realmente y por eso oye voces en su cabeza?, ¿se lo está inventando todo como le dice a su hermana? A pesar de que creáis que alguna de estas respuestas es la correcta, cuando lleguéis al final veréis que cualquiera de las tres o incluso dos de ellas juntas podrían ser la respuesta. En ese sentido sólo puedo alabarle.

El libro sale con una frase de Stephen King que dice "me mató de miedo", y es cierto que los libros de terror nunca dan miedo, y tampoco lo da este, excepto unas escenas concretas muy bien escenificadas -que no contaré- y la posibilidad de vivir algo así en tu propia casa. Entonces sí que se pone el vello de punta.

Los personajes son también un punto importante en la novela: Sarah, la madre, tiene muy claras las cosas, pero cuando las cosas empeoran empieza a empequeñecerse y dejarse llevar. Será quizá demasiado tarde cuando decida que ya está bien. Sarah no cree en exorcismos. John, por su parte, es justo lo contrario que su esposa, su creencia en la fe y en dios va a más conforme avanza la novela y su evolución se percibe como un acercamiento al fanatismo más terrible. Marjorie, la adolescente "poseída" es todo un misterio, y lo será siempre, desde las primeras páginas hasta el final -ella es la novela-, y por último la pequeña Merry, una pequeñaja de sólo ocho años que vive aquello de dos formas: con fe en su hermana que para quitarle miedo le dice que todo es mentira, y con miedo porque lo que ve no es normal. Y esa pequeña Merry nos enamora, está tan bien perfilada que aunque sea la propia niña la que cuenta la historia ya de adulta, seguimos viendo a la niña. Ahí Tremblay se lleva un diez.

En la novela salen más personajes (curas, periodistas, el equipo técnico del reality -os encantará Ken y su relación con Merry-, manifestantes, etc.) pero los realmente importantes son los mencionados.

La verdad es que sólo puedo recomendárosla, como amante del terror, el misterio, e incluso curiosa por la fina línea existente entre una enfermedad mental (la esquizofrenia) y una posesión, creo que este libro es de esos que cualquier fan del horror debería leer.

Anika Lillo

 

 

Foto homenaje:

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Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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