Roque Dalton: correspondencia clandestina y otros ensayos

Opinión:

En enero de 2013, el novelista Horacio Castellanos Moya viajó de Iowa City hasta San Salvador con un objetivo muy concreto: revisar los archivos de Roque Dalton en busca de la primera versión de "José. La luz del túnel", último capítulo de la novela "Pobrecito poeta que era yo", publicada un año y medio después de que el poeta salvadoreño fuera asesinado por sus compañeros guerrilleros. Pero no hubo suerte, pues en el archivo se conservaban versiones originales de todos los capítulos de la novela, excepto del último. Sin embargo, el autor sí encontró algo de su interés: una carpeta sin título que contenía dieciséis cartas inéditas, firmadas por Roque Dalton y dirigidas a su exesposa Aída Cañas y a su madre María García. Las cartas, fechadas en 1973, pertenecían a uno de los períodos menos conocidos en la biografía del poeta-combatiente salvadoreño: los meses en que Dalton hizo creer a todo el mundo que residía en Vietnam, pero en verdad estaba escondido en Cuba, a la espera de su ingreso clandestino a El Salvador para incorporarse a la guerrilla.

A lo largo de un magnífico ensayo de casi cien páginas, Horacio Castellanos Moya nos ofrece un recorrido por la etapa última de Roque Dalton no ya como poeta, sino como partícipe de la lucha armada junto al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Y es que en otra carpeta se escondían trece cartas más, fechadas entre 1973 y 1975 y, por lo tanto, correspondientes al período en que Dalton vivió como combatiente clandestino en El Salvador. Esta correspondencia, escrita bajo seudónimo (Roque será Miguel y Aída será Ana), evidencia desde el primer momento la falta de credibilidad que merecen las versiones hasta ahora conocidas, siempre narradas por los compañeros que terminaron asesinando al poeta. Por esta razón, el ensayo de Castellanos Moya se estructura en cuatro breves secciones que inciden cada una en un aspecto a revisar de la biografía del poeta: su relación con la figura materna, su vinculación con la literaria incluso estando en la lucha armada, el entramado amoroso que por poco desbarata su aventura, y el papel de las mujeres en la traición final que vivió Roque Dalton.

La segunda parte del libro está constituida por doce ensayos breves que oscilan temáticamente entre la política y la literatura. Quizás los más interesantes son aquellos en los que Horacio Castellanos Moya explora su propia visión e interpretación del acto literario, pues otros, menos académicos y también poco literarios, son meras conferencias transcritas o prólogos a sus propios libros (como la "Nota sobre El asco con coda", que ya pudimos leer en la última reedición de su novela "El asco"). Lo cierto es que algunos de los ensayos aquí incluidos decepcionan al lector habituado al género, pues parecen escritos bajo el paradigma académico (citas, referencias, comentarios a pie de página), pero con un estilo y con unas inconcreciones inaceptables si ha habido un editor detrás: referencias mal citadas o reducidas a un enlace de internet, imprecisiones, un excesivo apoyo en la cita y en la exégesis…

Por suerte, unos pocos textos se salvan de esa praxis anodina. La crónica "Breve historia con mi abuelo o de cuando me infectó la política", por ejemplo, es una apasionante confesión sobre los orígenes sociales y familiares del autor y las vinculaciones que desde el primer momento tuvo con la literatura y con la política. Pero, aun más interesante, me interesa remarcar el texto que cierra el volumen, "Historia de Mayta: la construcción de una novela", con el que Horacio Castellanos Moya explora la novela menos prestigiosa de Mario Vargas Llosa y argumenta, en base a su análisis valorativo, la conversación política del Nobel peruano.

En este sentido, los textos reunidos en "Roque Dalton: correspondencia clandestina y otros ensayos" ofrecen las claves que cualquier lector busca en los ensayos y artículos literarios de un gran novelista: una crónica sucinta de sus lecturas, de sus inquietudes y, más que nada, de sus obsesiones.

Darío Luque