Qué te importa que te ame

Opinión:

Me gustan los libros de mujeres con historias sobre mujeres porque me resulta fácil entender sus emociones y llegar a empatizar.

En este caso, la historia gira en torno a 3 personajes, con 2 historias principales en dos escenarios muy distintos; la historia de España que empieza a transcurrir en el Madrid de los años 70 y se extiende hasta el 2000; y la historia de Venezia May en un pequeño pueblo de Méjico alguna década atrás; finalmente, hay una tercera historia más difuminada, la de Lulú (hija de Venezia) que actúa como el hilo conductor de las anteriores.

Las tres historias comparten un mismo tema como eje central: la infidelidad en el matrimonio, solo que en diferentes versiones, lo que seguramente permite al lector poder identificarse con una de ellas. Si bien en el caso de España, la protagonista, la infidelidad por parte del marido se narra como algo doloroso donde ella siente la traición, no solo de su marido, sino de la sociedad de la época en la que la mujer aún no se rebelaba ante esta situación y, si lo hacía, quedaba apartada de determinados círculos; la historia particular de Venezia presenta una visión desde el otro lado, desde los sentimientos de la tercera persona del triángulo, no por ello carente de sufrimiento. Por último, una visión intermedia será la que presente Lulú, cierto que algo más tenue que las dos primeras, pero no por ello menos carente de importancia porque dentro del sufrimiento de Lulú aparece un sentimiento nuevo, la aceptación.

Aunque los personajes van pasando por diferentes etapas, mantienen cierta linealidad desde el principio hasta el final. Si bien el personaje de España va desde sus 34 años hasta los 67 que tiene cuando termina el libro, la rotundidad de su nombre lo dice todo, parece querer englobar en su persona la representación de su clase social, esa clase social del papel couché del que ella forma parte y, aunque parece querer salir de la cárcel de sentimientos en los que está inmersa, no la resultará nada fácil por esa sociedad de apariencias en la que la mujer poco o nada tenía que decir dentro del ámbito de las relaciones conyugales.

Lulú es el personaje en contraposición con la prota, una joven pueblerina que llega a Madrid desde su natal Méjico para superar el trauma de la muerte, en circunstancias poco comunes, de su madre. Es un personaje mucho más puro, que en contra, conseguirá salvar a su compañera y amiga vital de ese agujero en el que se encuentra y en el que poco a poco se va hundiendo más sin saber cómo salir de él.

Y, no se puede olvidar el papel de Venezia, el personaje de la madre de Lulú y su historia, que, según va transcurriendo el relato, va alcanzando casi el mismo protagonismo que el personaje principal.

A pesar de que es una historia donde cada uno de los personajes sufre, independientemente de la figura que representen en sus particulares triángulos amorosos, el final sí deja buen sabor de boca dando un giro inesperado con elementos "mágicos" incluidos. Si en toda la novela ha primado el desamor, en el final, prima el amor.

Es una lectura fácil y entretenida, y no se puede decir que el comienzo no sea original con la descripción en primera persona del estado y los sentimientos de una persona que está muerta, incluso llegando a provocar risas en el modo en que se describe el curioso "estado". Todos son capítulos cortos que se leen con mucha rapidez, con un lenguaje actual que se centra en la acción y no en descripciones, lo que hace aligerar el relato. Destaca de forma simpática la incursión de manera indirecta de personajes famosos por todos conocidos a día de hoy de allá de la época de los 80 y 90 (Lola Flores, Rocío Jurado, Jaime de Mora y Aragón, entre otros) con los clichés de ese mundo que, como espectadora, nos venden las revistas del corazón.

Historia para aquellos en los que creemos en el más allá; es "tranquilizante" saber que las personas que nos dejaron para adelantarse en el camino, nos siguen cuidando hasta que la vida nos lleve de nuevo a juntarnos.

Belén Flores