Queremos que vuelvan

Opinión:

A principios de los 90, la sociedad española se sobresaltó con el caso de las niñas de Alcàsser. No sólo se indignó por el fatal desenlace sino por el espectáculo morboso en pro de conseguir más audiencia que se llevó a cabo desde la tele. Pues bien, "Queremos que vuelvan" está un poco relacionado con ello. No directamente con las niñas de Alcàsser (aunque se menciona) sino con el espectáculo televisivo. Miguel Ángel Santamarina es el autor. Él ha publicado esta novela en la editorial Círculo Rojo y no tiene ni una pizca de desperdicio.

Básicamente es una novela de intriga, un thriller, marcado por esa extraña desaparición de Bruno y Mario pero, al mismo tiempo, es una feroz crítica al morbo que tiene la sociedad ante casos como estos. Un sentimiento la mayoría de las veces alimentado por los programas de televisión y la prensa amarilla.

En su novela, Miguel Ángel Santamarina no se calla y muestra hasta qué punto es capaz de llegar un programa o emisora con el fin de conseguir la máxima audiencia. El personaje que refleja esta falta de ética es Lisandro Meneses quien no duda ni un segundo en traicionar la confianza de uno de los personajes secundarios con ese fin: lograr la máxima audiencia. Es un periodista que recuerda mucho a lo que sucedió con Nieves Herrero y el programa que hizo en torno a las niñas de Alcàsser. Ante un personaje tan frío el lector no tiene ni un gramo de simpatía, es de esos personajes a los que odias desde el primer momento porque te repugna lo que están haciendo. La crítica que el autor hace a través de él, me ha parecido valiente y perfecta. Para mí es lo mejor de la novela.

Hay también hueco para hacer una referencia al problema de la emigración y a la lenta integración de algunos emigrantes. Es una novela con una fuerte carga social al mismo tiempo. No se queda en un mero thriller.

El caso de la desaparición de estos dos adolescentes está muy bien narrado. Miguel Ángel Santamarina tiene un estilo narrativo muy ágil. El ritmo no decae en ningún momento, es más, va aumentando a medida que avanza la lectura. En cada capítulo, además, hay una sorpresa. Un dato inesperado que va sumándose a los necesarios para encontrar a los jóvenes También me ha gustado la forma con la que acaba cada capítulo, con letra cursiva incorpora un hecho relacionado con algún personaje.

Personajes todos ellos muy bien definidos. Es curioso el enfrentamiento que hay entre los dos periodistas. Por un lado, Javier Redondo que se preocupa por averiguar la verdad, por hacer un periodismo objetivo y, por otro, la falta de escrúpulos de Lisandro Meneses.

"Queremos que vuelvan" es una novela muy buena, vale mucho la pena leerla. No sólo entretiene y te mantiene en tensión sino que te hace reflexionar sobre muchas cosas.

Ysabel M.