Proyecto Hail Mary

Opinión:

"Proyecto Hail Mary" me ha encantado en todos los aspectos. Nunca llegué a leer "El marciano" (aunque le acabaré echando el guante), pero "Artemisa" me gustó bastante y esperaba algo en esa línea. Este libro es muchísimo mejor, de hecho, es de lo mejor que he leído en mucho tiempo.

Cualquiera pensaría que la historia del único superviviente de una nave, que además no tiene memoria, no daría para mucho, pero Andy Weir se las arregla para enganchar desde el primer momento gracias a la narración en primera persona de Ryland Grace, que tiene ese sentido del humor negro e irónico con el que conecto tan bien. Sus ocurrencias me sacaron más de una sonrisa y la forma en que narra las cosas me parece muy divertida.

Además, las situaciones en las que se encuentra son emocionantes y es fascinante su forma de resolver problemas y de comunicarse. Desde el primer momento me sentí enganchada a la historia, ya que es capaz de hacer emocionante hasta los detalles más cotidianos de la vida de este astronauta con amnesia.

También tenemos otros personajes interesantes con los que tiene que relacionarse y colaborar para resolver el problema de los astrófagos, como Stratt, la mujer a la que la ONU otorga plenos poderes y que no duda en usarlos para hacer lo que sea necesario con tal de llevar adelante la misión que salvará la Tierra. Y, por supuesto, Rocky, del que no puedo hablar demasiado porque forma parte de un giro de guion brutal, pero que es un puntazo y que me ha parecido un gran personaje. De hecho, el libro es bueno hasta que él aparece, pero luego es simplemente brillante porque es el complemento perfecto a Grace.

La narración alterna partes de su presente con los fragmentos de su pasado que va recordando poco a poco, así como explicaciones de los problemas científicos con los que se encuentra y cómo los resuelve. Estas explicaciones, aunque didácticas, no son nada aburridas y vienen muy a cuento cuando se dan. Gracias a ello, consigues aprender muchas cosas sobre varias disciplinas sin salirte de la trama, lo cual es otro punto a favor del libro. El caso es que, además de aprender mucho, todo lo que narra está perfectamente explicado con la ciencia y resulta verosímil.

Poco más puedo decir del libro sin chafar alguna de sus muchas sorpresas. Debo decir que no le he encontrado ningún defecto digno de mención. Además, el final consiguió emocionarme y que fue el broche perfecto para una historia magnífica, así que sin duda esta pasa a mi estantería de libros favoritos.

Déborah F. Muñoz