Poli

Opinión:

El subtítulo que acompaña el libro en la portada describe a grandes rasgos las actividades de Valentin Gendrot: "Un periodista infiltrado en la policía". En el interior cuenta lo que vivió durante un par de años haciendo ese papel, desde que inició su periodo de formación hasta que dejó de ser policía.

Eso sí, conviene aclarar que su puesto fue de policía auxiliar, que consiste en un rango menor, tal como se explica, junto con las condiciones necesarias, en la contraportada. Tal como me ha parecido es un puesto de relleno, pues aunque lleve arma reglamentaria, es alguien que, básicamente, cumple tareas administrativas y hace bulto, sea en guardias, vigilancia de detenidos o en las salidas a la calle.

El libro en sí es una crónica de ese tiempo infiltrado, con un tercio dedicada a lo percibió durante la formación y en su primer destino, y los dos tercios restantes a su estancia en una comisaría de una zona conflictiva de París.

Si al principio incide más en lo cotidiano, luego muestra la realidad que le tocó vivir, aunque fuese en ese puesto secundario, durante ese tiempo que estuvo ejerciendo de policía, desde donde observó de primera mano comportamientos muy censurables, incluso delictivos, con alguna participación personal, ya que tenía que seguir con su papel.

Aunque sean casos concretos y en una comisaría determinada, en el momento que se efectúa la previsible extrapolación al conjunto de las fuerzas de seguridad, es cuando saltan todas las alarmas sociales, puesto que las políticas van a remolque y forzadas por la opinión pública, que es lo que puede haber pasado en Francia con este libro.

"Poli" es un interesante ensayo, que muestra unos comportamientos policiales impropios de una sociedad civilizada y que hará preguntarse al lector si es también extensible a la realidad española.

Selin