Anika entre libros

Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar

Ficha realizada por: Vane Gómez
Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar

Título: Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar
Título Original: (Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar, 2021)
Autor: Débora Castillo
Editorial: Martínez Roca
Colección: mr Narrativa


Copyright:

© Débora Castillo, 2021

Publicado de acuerdo con Meucci Agency - Milán

© Editorial Planeta, S.A., 2021

Edición: 1ª Edición: Marzo 2021
ISBN: 9788427048270
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia amistad chick-lit humor comedia contemporánea feminismo narrativa literatura española novela relaciones personales matrimonio divorcio segundas oportunidades maternidad relaciones familiares clasismo romántica sororidad
Nº de páginas: 356

Argumento:

La vida de Claudia cambia cuando su marido le confiesa que se ha echado una novia más joven, y que la casa le pertenece, por lo que Claudia se tiene que ir.

Claudia idea un plan para recuperar a su marido; para ello se muda a la casita de los guardeses de la finca, para estar cerca de su marido y de la usurpadora.

¿Conseguirá Claudia recuperar a su marido?

 

Opinión:

 

"Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar" es una novela que ya sólo el título desprende ese toque de diversión que el lector va a encontrar durante todo el libro.

Débora Castillo ha conseguido una mezcla, para mi gusto perfecta, entre humor, feminismo, buenas amigas, malas madres y un toque romántico y de esperanza, de ilusión que engancha desde la primera página.

Claudia, o Clau para las amigas, es la protagonista de "Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar".

Claudia es una mujer de cincuenta y tantos años que, de la noche a la mañana, ve su vida patas arriba. Ella, que dejó su trabajo, sus aspiraciones, por su marido y por cuidar de los niños posteriormente, se queda sin nada cuando su marido le dice que se ha enamorado de otra y que se tiene que ir de casa, ya que la casa familiar es propiedad exclusiva de él.

Llegados a este punto, y con la idea loca de Claudia de quedarse más cerca de lo que esperamos para recuperar a su marido al menor fallo de la "usurpadora", ya no podía dejar de leer.

Claudia poco a poco descubre que, incluso su propia hija, piensa que es una "inútil funcional", que no sabe nada, ni va a poder sobrevivir sola.

Con Claudia el lector pasará por varias fases. Primero el derrotismo, y ese sentimiento que tiene Claudia de querer volver con su marido, a pesar de lo ocurrido. Lo primero que podemos pensar es que Claudia se tiene que querer más a sí misma, pero a la vez también le entendemos, por el miedo que transmite al enfrentarse a todo sola y verse sin nada.

Pero poco a poco, Claudia cambia, y el lector con ella. Renace de entre las cenizas, cómo el Ave Fénix, empieza a quererse más a sí misma, a no hacer caso a los demás y a tomar las riendas de su propia vida, a hacer lo que quiera y cómo quiera.

La relación que nace entre Claudia y Antonia, la empleada del hogar, me ha encantado. El toque que Débora Castillo destaca de complicidad, unión de mujeres, apoyo incondicional, cómo ambas rompen con el clasismo y los comentarios sinceros de Antonia, darán que pensar. Creo que Antonia es esa amiga que todas deberíamos tener.

Todas las mujeres somos un poco Claudia y un poco Antonia. Pero lo que queda claro en "Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar" es que las mujeres somos más fuertes de lo que se piensa.

A pesar de las dificultades, los problemas, la familia, tanto Claudia como Antonia, cogen el toro por los cuernos y se plantan, albergan siempre ese toque de esperanza, de ilusión por el cambio y por ver que son dueñas de su propia vida. Que a pesar de que todo el mundo les decía que no podían, que no era buena idea, que estaban locas, que eran unas inútiles, o miles de comentarios más, ellas no hacían caso, seguían adelante, y demostraron que sí que podían.

En ese aspecto, Débora Castillo dará que pensar, si la situación fuese al revés, seguramente al hombre no le dirían que "no puede", y obtendría mayor apoyo del que Claudia tiene, tanto por parte de sus amigas, como de la familia o de sus propios hijos.

También tendremos una pequeña reflexión al respecto del concepto de "mala madre", también reflejado en Claudia, pero más en Antonia. Ser hija de, no da todo el derecho ni las libertades. Antonia está cansada de no recibir ayuda, ni apoyo de ningún tipo, ni de su hija, ni de su marido, que prefiere no involucrarse en depende que temas. La actitud de Antonia con el pequeño escarmiento que les da, y sus motivos, harán ver al lector una realidad que se ha cogido por costumbre, y que no es así. Los hijos son de la madre, y también del padre; las tareas de la casa son de todos los que viven en ella.

También tenemos un toque romántico en la historia, con la aparición de Martín.

"Poco bebo para lo mucho que tengo que tragar" tiene un punto de humor, que Débora Castillo ha sabido enfocar para que el lector se ría en todo momento, aún con los comentarios más mordaces. Lo que más me ha gustado, que enseña a reírnos de nosotros mismos, de una manera sana y necesaria para todos.

 

Vane Gómez

 

 

 

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