Paraísos marcianos

Opinión:

Todos los que me conocen bien saben que no me gusta la poesía porque no me llega. Un libro de poesía tiene que ser muy especial para que me diga algo. Ni siquiera con "Las flores del mal" de Charles Baudelaire -que terminó por resultarme en parte satisfactorio- y que elegí por ser uno de esos libros góticos que todos decían que a mí sí me gustaría, conseguí lo que he conseguido con este pequeño librito de Vicente Fuentes.

Es curioso, porque yo conocí a Vicente Fuentes al reseñarle "Viajes en el tiempo. Casos reales", un libro de divulgación de misterios que me resultó fas-ci-nan-te.

Cuando me dijo que había escrito este otro libro me llevé un susto. Poesía. A mí no se me da bien la poesía. Pero Vicente me contó algo personal, algo tremendamente importante, un suceso que cambió su vida y comenzó a descubrir las vivencias y los sueños de otra forma, transformándolos en paraísos y universos paralelos.

Una epilepsia cambió su vida y le tocó empezar a medicarse, tuvo más efectos secundarios y una cura llevó a otra enfermedad. Como resultado de ello me comentó que los "fármacos con benzodiacepinas y valproato sódico estimulan el subconsciente en lo que podemos considerar "fase REM" y los sueños derivados de su uso constante son lúcidos, en alta definición, con colores vívidos, sonoros, en donde se tiene capacidad de tomar decisiones y en donde se mezcla una parte de tu propia vida (recuerdos en el inconsciente) con una parte en donde se mezclan anhelos, traumas y emociones antiguas o deseadas. Lo más interesante es que el porcentaje general de pesadillas es mayor que el de sueños positivos y que se puede desconectar si la sensación de agobio en el sueño es demasiado fuerte.". Y hete aquí que lo que más me ha maravillado es que siendo mayor el número de pesadillas, su poemario es increíblemente positivo. Aun en los dramas hay espacio para ver luz y animarte a seguir un camino que te dirija hacia el bien.

En una de nuestras conversaciones me dijo: "Mi libro va sobre el despertar que he tenido al respecto del espacio y la fantasía, de cómo la poesía, digámoslo así, pueden ligarse con ellas hasta el punto de que el destino crea universos paralelos preciosos que merecen ser soñados"

"Paraísos marcianos" es un compendio de sueños híper realistas que él mismo ha tenido y plasmado más en forma de microrrelatos que de poesía como se entiende de forma clásica, quizás por eso me ha gustado más.

Debo decir que tras echarle un ojo decidí compartir estas historias cortas con uno de los clubes de lectura juvenil que dirijo, y la experiencia fue asombrosa. En algunos le dije "cerrad los ojos y escuchad", y lo que llegaba hasta nosotros cobraba una importancia fenomenal. Todos los micros o poemas nos hacían discutir, reflexionar, elucubrar acerca de lo leído, y encontrábamos en ellos cosas que de haber leído yo sola el libro de tirón jamás habría podido apreciar. Comentándolo a la vez que lo leíamos éramos capaces de descubrir misterios, vivir sensaciones e incluso reconocer en el autor sus posibles obsesiones, como la importancia de hacer el bien o los destinos marcados.

¿Sabéis qué es leer algo que parece una chifladura y ver en ello, tras comentarlo e indagar entre sus palabras, el mensaje oculto que realmente es el que te tiene que llegar y decir con una sonrisa: "Me ha gustado"? Así uno, y otro. No sé los adultos pero leerlo y compartir esta lectura con los jóvenes ha sido una experiencia estupendísima.

"Paraísos marcianos" nos hizo pasar tardes excepcionales, por eso creo que el resultado ha sido magnífico. Y si sigue escribiendo, pienso seguir reseñándole.

Anika Lillo