Oráculo lunar

Opinión:

El "Oráculo Lunar", creado por Valeria Bianchi Mian e ilustrado con una delicadeza casi etérea por Yoshi Mari, llega en español gracias a la traducción de Juli Peradejordi Salazar y a la cuidada edición de Ediciones Obelisco.

Se presenta en una caja de cartón sencilla y elegante, decorada con tonos suaves y un diseño minimalista que destaca su luna azul característica. En su interior guarda una baraja de cincuenta cartas impresas a todo color y un librito guía, ambos creados para acompañar procesos intuitivos y de conexión personal. La baraja es de una belleza que cautiva a primera vista: no es simplemente una herramienta espiritual, sino una invitación a escuchar el murmullo constante de la Luna, esa presencia silenciosa que desde tiempos remotos acompaña a quienes buscan un sentido más profundo en lo invisible. Este oráculo combina sensibilidad visual y claridad interpretativa, ofreciendo una experiencia accesible y poética para quien desee explorar los mensajes simbólicos del satélite.

Aquí, la Luna se convierte en un ojo protector suspendido en la noche. No arde como el Sol; más bien, refresca, acoge y guía. Es una luz suave que reconforta al viajero mientras atraviesa preguntas esenciales, ciclos personales y procesos de transformación. La baraja retoma el espíritu de la obra de Hans Christian Andersen, Diálogos con la Luna, donde el satélite se vuelve narrador y testigo del asombro humano: una voz que observa y comprende sin juzgar.

Inspirada por este legado literario, la autora construye un universo simbólico donde la Luna piensa, sueña y revela. El mazo incluye veintiocho cartas vinculadas a las fases lunares, doce dedicadas a los meses del año y diez cartas Secretas sin numerar, verdaderas piezas enigmáticas que aparecen como portales a mensajes ocultos. Todas ellas actúan como ventanas que se abren hacia la intuición y lo onírico. Las cartas Secretas, en particular, ofrecen claves y posibilidades que solo emergen para quien se atreve a mirar más allá de la superficie.

La mirada lunar, reinterpretada en este oráculo, es a la vez profética y poética. Inspira a los artistas, enciende a los amantes, reconforta a quienes buscan una señal e invita a explorar territorios internos. Su luz tenue acompaña al caminante hacia verdades íntimas que solo emergen cuando la noche se vuelve profunda y silenciosa. También refleja la locura y los miedos, pues en su mar oscuro se agitan los monstruos que habitan la psique, aunque su presencia nunca es condenatoria: es un abrazo que permite comprender incluso aquello que asusta.

Y es que, amigo soñador, aquí el oráculo también bebe del antiguo lenguaje alquímico. La Luna se asocia con la fase del Albedo, el momento posterior a la oscuridad del Nigredo, cuando comienza un proceso de purificación y claridad. Es la antesala del encuentro simbólico con el Sol, un matrimonio mítico que representa la plenitud, la integración y el renacimiento interior. Esta dimensión convierte cada lectura en algo más que una consulta: la transforma en un ritual de crecimiento y transfiguración.

Cada tirada del Oráculo Lunar es un diálogo íntimo entre quien consulta y la sabiduría nocturna. Las cartas no dictan certezas: abren caminos, sugieren perspectivas y revelan matices. Invitan a sumergirse en la memoria colectiva, en los ritmos ancestrales y en las aguas profundas de la psique, que se mueven como mareas interiores. Conectar con esta simbología es un regalo, una manera de entrar en contacto con la matriz oscura que ha guiado a soñadores, buscadores y artistas desde los albores del tiempo.

¿Qué más puedo decirte? Este oráculo es un lugar donde se encuentran el mito y la emoción, la magia y el autoconocimiento. No es solo una baraja, sino un pequeño libro de lunas internas: una herramienta para explorar lo que nos habita, reconocer nuestras sombras y celebrar nuestras luces. Bajo su mirada suave, cada consultante puede descubrir rincones ocultos de su propia historia y encontrar, entre símbolos e imágenes que brillan en cada carta, un camino posible hacia la renovación interior.

Un oráculo memorable, de aquellos que no solo se consultan, sino que se atesoran.

Violeta Lila