Mírame

Opinión:

Miedo, obsesión, control, impulsos, odio. Si fuera necesario definir de alguna manera al ser humano actual, recurriría a esos sustantivos, vertebradores de "Mírame". Con esta novela negra, Antonio Ungar vuelve a primera línea del panorama literario actual, tras ganar en 2010 el Premio Herralde con "Tres ataúdes blancos". En su retorno a Anagrama, Ungar publica una novela no apta para personas sensibles -demasiado sexo, violencia y odio-.

Desde un principio, el lector ya se da cuenta de que algo en la narración no va bien. "Mírame" está redactado a modo de diario con un estilo muy peculiar: el narrador comunica con minuciosidad su día a día, sin escatimar detalles, hasta rozar lo obsesivo. Se expresa mediante frases cortas, muy reflexionadas, que son tan certeras como tajantes y dejan en el lector una sensación extraña, como si la conexión de ideas fuera tan difícil para el narrador como la vida misma. Es, sin lugar a dudas, el estilo propio de un psicótico.

La propia historia va dejando ver los rasgos psicológicos de este narrador que maravillan y asustan al lector a partes iguales. Impulsos, frustraciones, miedos, arrebatos, instintos, obsesiones y negatividad: todo ello conforma el mundo interior de un personaje perfectamente diseñado que intenta ocultarse a sí mismo en la cotidianidad de la gente. La locura, siempre tan narrativa, encuentra aquí un canal perfecto para novelarse: el odio. Y es que todas las acciones del narrador, hasta las más psicóticas o fuera de lugar, van siempre marcadas por un profundo odio hacia todo aquello que él considera diferente.

No en vano, el tema central de "Mírame" es la xenofobia. Antonio Ungar se plantea en esta novela hasta dónde llegan los límites del odio xenófobo que han asaltado a Europa en los últimos años (solo cabe pensar en las políticas de ultraderecha que están en auge). Por ello, la novela se sitúa en Francia, en la época de los atentados terroristas de 2015, con un personaje loco que odia a todos sus vecinos inmigrantes y que acaba enamorándose obsesivamente de una paraguaya.

Con un argumento original e innovador y la creación de un personaje inolvidable -con reminiscencias al Humbert Humbert de Nabokov-, "Mírame" de Antonio Ungar es más que un ejercicio literario. Es una novela de lectura obligatoria en el contexto europeo de odio creciente que vivimos en la última década. Es, también, una novela de redención, porque a pesar de todo seguimos sin hacer nada para frenar toda la violencia que desencadena el odio a la otredad.

Darío Luque