Lo peor de Maitena

Opinión:

A veces exponerse resulta un plan poco seductor. Eso lo sabe Maitena de sobra.

Este libro es un recopilatorio de su trabajo en algunas revistas de humor erótico en Argentina y, si bien, tienen un aire ingenuo que la propia autora destaca en la contratapa del libro, lo de exponerse no va por el lado de lo erótico, sino de lo estilístico.

Eran sus inicios como dibujante y se nota la evolución hasta lo que conocemos hoy. A veces, en algunas temáticas, personajes y posturas recuerda a Milo Manara, otro tremendo ilustrador conocido por su obra erótica.

Personajes muy ochenteros y llenos de vitalidad, alguna más otros, con historias divertidas, en otros casos, intensas y caóticas. Eran esos ochentas un poco punkies, con gente extraña, salida de algún libro de Bukowski o algo parecido. Erótica pura, a veces de trazos sencillos, pero siempre con la irónica perspectiva de Maitena, es su sello.

Esta antología es un buen motivo para retrotraerse al pasado y descubrirse en alguna de sus páginas, no como personaje (bueno, todo depende), sino como testigo de una formulación genérica de la erótica del momento… escenas de sadomasoquismo, lesbianismo, homosexualismo, sexo para dar y recibir, no hay límite alguno, salvo el que hace declinar lo erótico en pornografía. Por ahí no pasa Maitena, es un libro lleno de escenas sutiles y con una carga sexual explícita, pero que no llegan a tener ese matiz propio de lo políticamente incorrecto. Aunque depende de la sensibilidad de cada cual.

Erótica, que no pornográfica, aunque visual e intensa, la obra de Maitena nos conduce por derroteros desconocidos, por vidas de otros, por sueños e ilusiones. A veces es lo más interesante, el trasfondo de cada tira cómica, sin importar el ambiente en el que se desarrolla… soledad, búsquedas, caos, incertidumbre. Un tiempo revuelto, un tiempo cambiante, los ochenta fueron unos años plenos de transformación y el libro de Maitena hace posible visionar un tiempo desde una perspectiva más amplia, desde lo erótico hacia una mirada filosófica de un tiempo que ya no es.

Carol Inabé Barba