La filosofía de Mafalda

Opinión:

Reírnos de nosotros mismos ha sido una forma de vida desde tiempos inmemoriales. Reírse con los demás también. No de los demás, ojo. El humor nos llama para contenernos y acariciarnos en la incertidumbre. Nadie que no haya leído un libro de Quino puede decir que no haya salido con una nueva visión de la vida. Bueno, no tanto. Pero sí.

Mafalda, esa niña contestona y parlanchina que nos ha venido acompañando durante las últimas décadas, nos vuelve a hacer sonreír con este recopilatorio maravilloso. Uno más que se une a la lista de compilaciones, pero esta vez no hablamos de amor, sino de filosofía... aunque una filosofía más práctica, la forma de ver la realidad que tiene cada uno de los personajes de Mafalda nos puede decir muchas cosas acerca de la sociedad en la que vivimos, incluso empatizar con unos más que con otros, también.

Formamos parte de un tejido social que, espero, va en constante evolución. Por ello es que esta antología puede hacernos vibrar más o menos, pero como mínimo nos hace sacar una sonrisa, más bien una carcajada (no importa la de veces que hayamos leído tal o cual viñeta), porque siempre el humor de Quino nos hace sentir mejor en estos tiempos de incertidumbre.

Punto para Quino. Punto para la editorial Lumen por volver a concentrarnos estas dosis tan necesarias. Y en el formato de toda la vida, pero un poquito más grande. Será para que lo disfrutemos más.

En este caso, las viñetas están relacionadas a la forma de ver la vida, al cuestionamiento que se hacen los personajes sobre lo que les depara, o simplemente... lo maravillosa que es la vida por tener espalda (Miguelito, dixit)

Porque la vida puede ser complicada en todas las edades, y la niñez no está exenta de ello como parece, sino que también es inquisitiva, o al menos, ve con ojos diferentes desde su orilla. Por eso es tan fantástica. La niñez, digo. Aunque no para todos.

Así, la lectura de este recopilatorio se hace tan nostálgica, al punto de enjugarnos alguna lagrimilla, y no de risa, precisamente, porque nos hace volver al pasado. Ese que nunca volverá. En fin, quieras o no, acabas filosofando.

Y eso es otro aspecto destacable, puedes leer el libro por encima, con un planteamiento de "es solo para divertirme un rato", pero también puedes moverte un escalón y decidir abrir tu recuerdo y tu propia mirada cuando leíste por primera vez alguna de las viñetas que aparecen aquí.

Así, este no es solo un viaje al recuerdo y a la memoria, es un viaje sobre esa filosofía de vida que nos parecería tan necesaria... y mucho más cuando Mafalda nos indicaba el camino. Con ese desparpajo y esa alegría de toda la pandilla en general, pero también con el cinismo de Susana, el materialismo de Manolito, la contundencia de Libertad, la ansiedad de Felipe, las mil preguntas de Miguelito.... cada uno es un mundo por descubrir una y otra vez, porque volver a leer estas viñetas pueden llevarte al pasado, pero también a recuperar porqué fueron tan influyentes en una época que también ha tenido momentos difíciles como los que vivimos hoy por hoy.

Por eso es recomendable una buena ración de Mafalda para aligerar el camino, aunque sea filosofando. Quino se destacaba por hacernos reír y pensar a la vez, sus obras -no solo Mafalda-, siempre han decantado por esa ironía breve de la viñeta para darnos un rapapolvo directo a la conciencia. Así fue desde siempre. Y eso es lo que nos quedará impreso en nuestras memorias. ¡Gracias por tanto, Quino!

Carol Inabé Barba