Laëtitia o el fin de los hombres

Opinión:

Debo confesar que no había leído un libro como este antes. A pesar de lo conocido (y reconocido) que es, ni siquiera me he acercado al iniciador de este género, a Truman Capote y su "A sangre fría". Conozco la historia y he visto los biopics que sobre el escritor nos ha ofrecido Hollywood en los últimos años, pero no me había enfrentado nunca a leer un libro tal que así: especie de crónica negra, mezclada con narración (o dramatización de lo que pudo ocurrir), con denuncia política y social... una auténtica bomba para los sentidos si está bien hecho y la historia seleccionada es interesante. Y os confieso, desde ya, que Ivan Jablonka cumple todos los requisitos para que "Laëtitia o el fin de los hombres" se haya convertido en el fenómeno editorial de este género en Francia y para que, con el paso del tiempo, se estudie como ejemplo modélico junto a la de Capote.

En primer lugar, hablaré de la historia elegida. La desaparición de Laëtitia Perrais y el posterior descubrimiento de sus restos (restos sí, pues no solo fue brutalmente violada y asesinada, sino que la descuartizaron), fue lo suficientemente impactante, sacudió la sociedad francesa como sacude al lector enfrentarse a ella e ir descubriendo los pasos que dio la policía hasta hallarla y las implicaciones que su muerte tuvo, ya no solo en la opinión pública, sino en el propio sistema judicial francés, pues su asesinato no fue "un crimen más". Laëtitia provenía de una familia desestructurada muy pobre y fue víctima de la violencia machista mucho antes de que su asesino la secuestrara y acabara con su vida. Es una historia real, de una chica real que, gracias a la manera en que el autor nos la presenta y, gracias también, al eco que tuvo en Francia, se convierte en ejemplo de la violencia y la exclusión que sufren muchísimas otras jóvenes (y niños y sus madres). En otras palabras, el relato de Jablonka parte de lo particular para establecer reflexiones generales que, no solo resultan interesantes para un análisis sociológico de nuestro país vecino sino que, (desgraciadamente) puede leerse y aplicarse también en las coordenadas de nuestro propio país y determinados grupos sociales que la crisis ha dejado totalmente desamparados. En este sentido, la historia da para el gran libro que protagoniza.

En segundo lugar, como decía antes, que un material tan potente como este resulte interesante y un buen "producto" literario, hace falta, además de tener ojo, saber trabajar el material, investigar, meter el dedo en la llaga y aguantar la respiración o las lágrimas en según qué momentos. Ivan Jablonka, de nuevo, no podría haberlo hecho mejor. "Laëtitia o el fin de los hombres" es una lectura muy atractiva, entendiendo "atractiva" en este caso como una lectura ágil, bien planeada y ejecutada. El libro es más que una mera crónica o reportaje de sucesos y, a la vez, no cae en sentimentalismos baratos o buscar dañar la sensibilidad del lector. El autor es plenamente consciente de que el caso que está investigando es suficientemente fuerte como para no necesitar de artificios. Y es un regalo.

En resumen, esta lectura es fuerte, no voy a negarlo, y hay pasajes que resultan especialmente difíciles de leer. Se empatiza con la víctima y promueve una lectura reflexiva, de las que dejan poso. El caso de Laëtitia fue espeluznante y Jablonka no quiere que sea olvidado.

No lo olvidemos, pues.

Ana Vanesa Cremades