La sangre de la tierra

Opinión:

"La sangre de la tierra" es una novela que me ha sorprendido gratamente. No es sólo una novela sobre la elaboración del vino, es mucho más. Es también rencor, envidia, historia sobre nuestra tierra, sobre cómo se vivía en el siglo XIX, las clases sociales, sobre Cuba, los esclavos, y como no, también tenemos amor, que es algo que no puede faltar.

Óscar Soto Colás ha mezclado todo en una cuba de vino, y al igual que al final de la novela, el resultado es un "vino-novela" excelente.

Me ha resultado muy ameno de leer y sobre todo entretenido. Es una historia que engancha por diversos motivos, ya que tenemos varias historias, casi tantas como personajes, por lo que si no es por uno, es por otro que no podemos parar de leer.

Podemos pensar que, al entrar en las partes técnicas sobre las bodegas, y la elaboración del vino, puede resultar aburrido de leer, pero nada más lejos de la realidad. El autor ha conseguido explicar todo, poco a poco, según íbamos avanzando en la novela y la historia así lo requería. En algunas partes profundiza más sobre los tecnicismos, en otras son pinceladas sutiles que nos dan la información justa y necesaria, por lo que lo leemos sin darnos cuenta.

Como he dicho al principio, la historia no trata sólo sobre el vino. Realmente para mí, todo gira en torno a Víctor Arriola.

La familia de Víctor de traslada de Bilbao a Haro, engañados por el padre, Miguel Arriola. Allí Miguel pretende invertir en la compra de la uva, para posteriormente vender el vino. Para él montar una bodega en la que producir el vino es trabajo de la clase "inferior", por lo que pretende aumentar su patrimonio sólo con la venta del vino en una época en la que los viñedos franceses sufren una plaga de un hongo llamado oídio, por el que la producción del vino francés se ve mermada.

La historia avanza a lo largo de la vida de Víctor, sus ilusiones desde pequeño, su relación con su padre y su madre. Su amor por Mariola, hija de unos bodegueros, pero la cual los padres de Víctor creen que no es suficiente para su hijo.

El destino de Víctor está unido al del vino, al pueblo de Haro, y así lo vamos descubriendo según crece y aprendemos con él su sueño de elaborar un buen vino fino al estilo francés.

Paralelamente a la historia de Víctor, tenemos la historia de Carmen y Ángel. Ella criada de la casa de los señores Arriola, su marido, Ángel, trabajador del viñedo de los padres de Mariola.

En este aspecto vemos las diferencias de las clases sociales, como los patrones tratan a los trabajadores que consideran "inferiores". Cómo los señores de la casa Arriola ni siquiera prestan atención a las criadas, como que no están en la misma habitación que ellos, la indiferencia que sienten hacia los criados. A lo largo de todos los años que transcurren en la novela, vemos que esa diferencia social sigue muy presente, que un "señorito" no puede estar con una simple criada, cocinera o costurera. Descubrimos la maldad del ser humano, capaz de engañar para evitar las relaciones, para que "en el pueblo no se hable", que era tan típico en su momento. Y que al final esta actitud, estaba tan presente en la clase alta, como los Arriola, como en la familia humilde de Carmen, ya que su historia personal y con su padre también nos deja huella.

Así que, llegados a esta parte, tenemos la historia de tres familias en Haro, en España, todas ellas relacionadas por el amor y el vino.

Pero el autor, Óscar Soto Colás, no se queda sólo aquí. Nos sorprende cuando Marcos, hermano de la criada Carmen, decide marcharse a Cuba a trabajar, ya que considera que el pueblo no tiene futuro.

También está muy bien detallado la parte de la inmigración en Cuba, las haciendas con los capataces, los esclavos negros y el trato que se les daba. Es algo que quizá ya hemos visto a través de muchas películas, pero que al menos a mí, me sigue marcando y poniendo los pelos de punta. Como, por el simple color de su piel, no se los consideraba personas, sino animales, y el trato vejatorio que se les daba, e incluso palizas y la muerte si pretendían huir.

Desde el primer momento vemos como Marcos trata a los esclavos como a iguales y, cómo esto está mal visto, lo tiene que llevar en secreto e incluso le trae más de un problema.

Una mezcla con todas las historias, muy potente, que no podía dejar de leer por saber más de Marcos, de Víctor, de Carmen, de Alejandro... de todos en general.

En definitiva, una novela muy completa, que nos descubre una gran parte de la historia de nuestro país y de nuestros antepasados. Se nota que el autor de ha documentado para que dentro de la ficción, tenga su parte fidedigna.

Vane Gómez