La primera estrella de la noche. Saga Chicago Stars 8

Opinión:

La prolífica y exitosa serie "Chicago Stars" de Susan Elizabeth Phillips llega con "La primera estrella de la noche" a la octava entrega tras un paréntesis de varios años desde la entrega anterior, en el que la autora ha continuado su otra serie, "Golfistas" y ha escrito otras novelas independientes, como "Los héroes son mi debilidad". En el ínterin, en lo que respecta al mercado español, también han habido reediciones como ha sido el caso de "Besar a un ángel".

Aunque las novelas que componen la serie "Chicago Stars" comparten algunos personajes secundarios que han aparecido en entregas anteriores y mantienen un enlace directo con ese equipo de "fútbol americano", las historias son independientes entre sí y se pueden leer por separado sin ningún problema, ya que la trama está dedicada a una pareja concreta.

En cuanto a ese posible ambiente deportivo, casi siempre se trata de la procedencia del protagonista, que ocupa o habrá ocupado antes un lugar importante en ese equipo, Chicago Stars. No obstante, ahí se queda el tema y las posibles referencias que aparezcan luego tendrán la única función de aportar características físicas o detalles de comportamiento a los personajes. Solamente en la primera novela de la serie supongo que habría más cosas deportivas, aunque no lo puedo asegurar al no haberla leído, ya que en "Tenías que ser tú" ambos miembros de la pareja protagonista mantenían relación directa con el equipo.

Al igual que en otras entregas, en "La primera estrella de la noche" hay coincidencia en el punto de partida con una protagonista que se aparta de los esquemas habituales. En esta ocasión es Piper, detective privado que será primero la sombra de Cooper, para después, tras concluir la investigación sobre su persona, convertirse incluso en su protectora, aunque eso le choque a Cooper todavía más como deportista acostumbrado a defenderse él mismo.

Por si fuera poco, además el protagonismo principal dentro de la novela es para ella, que centra la atención de la trama en casi todo momento, mientras que Cooper parece estar sobrepasado por las circunstancias, o mejor dicho por la intensa presencia de Piper en muchas ocasiones y que le sorprende una y otra vez.

En lo que sí coinciden ambos protagonistas es en demostrar unos buenos valores morales en sus acciones, un aspecto que consigue captar la empatía y la complicidad del lector. Desde el principio con Piper, que hace gala de una honorabilidad que resulta extraordinaria en la sociedad actual; algo más tarde en el caso de Cooper, que primero se las da de chico inaccesible, incluso malo, pero como se nota que sólo es fachada, no se le llega a tener en cuenta, a la espera de que muestre su verdadera personalidad.

"La primera estrella de la noche" ha sido una especie de tributo de Susan Elizabeth Phillips a la gran cantidad de seguidores que tiene, sus "seppies" que mantienen sitios dedicados a su autora favorita en diferentes lugares e idiomas y que le habían pedido con insistencia una nueva historia de "Chicago Stars" tan emocionante y divertida como las anteriores.

Selin