Anika entre libros

La mujer que llora

Ficha realizada por: Lidia Casado
La mujer que llora

Título: La mujer que llora
Título Original: (La mujer que llora, 2013)
Autor: Zoé Valdés
Editorial: Planeta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos


Copyright:

© Zoé Valdés, 2013

© Editorial Planeta, S.A., 2013

Edición: 1ª Edición: Abril 2013
ISBN: 9788408013914
Tapa: Dura
Etiquetas: arte personajes reales libros premiados literatura cubana novela pintura relaciones personales surrealismo Picasso París premio Azorín artistas años 30 entreguerras años 20 bohemia vanguardia parejas musas Dora Maar
Nº de páginas: 384

Argumento:

Zoé Valdés recrea en esta novela la tortuosa relación entre Picasso y Dora Maar al tiempo que explora el universo de la creación artística y la repercusión del genio en la vida cotidiana. Valdés nos transporta a los bohemios años 30 parisinos para captar su esencia artística y recuperar la ruptura de todas las barreras que proponían para hablarnos de la historia de una pareja que hizo de la pasión su forma de vida y que llegó a amarse tanto como a odiarse.

Premio Azorín 2013

 

Opinión:

 

Ya lo dijo el poeta: "es tan corto el amor y tan largo el olvido…". En el caso de Picasso y Dora Maar, el amor duró diez turbulentos años y el olvido, el resto de la vida. Al menos para ella. Porque tras la ruptura con el artista inmortal, del que fue musa, la fotógrafa, poeta y pintora surrealista se fue aislando del mundo, encerrada en su propios sentimientos y en un odio demasiado parecido al amor, en un olvido demasiado presente en cada uno de sus días.

El viaje que Maar realizó a Venecia con dos amigos en los años 50 (uno de los cuales, James Lord, mantuvo con ella una relación esporádica y plantónica a lo largo de los años mientras también confesaba su amor por el propio Picasso) sirve de hilo conductor a esta novela que aúna la trama relacionada con los dos artistas geniales con la de la investigación que una escritora interesada en escribir una novela sobre Maar lleva a cabo.

Valdés mezcla, así, realidad y ficción para reconstruir la historia de una documentación literaria y la de una pareja que, en vez de hijos, concibió obras de arte; obras que los unieron y los separaron al mismo tiempo, como en ocasiones también ocurre con los hijos. La genialidad de Picasso (retratado aquí como un hombre narcisista, hipersexualizado, orgulloso, egoísta y vil hasta rozar lo inhumano) no congenia demasiado bien con las sugerencias (o correcciones) que Maar realizó durante el proceso de creación del Guernica, proceso que ella misma documentó para la posteridad. El cuadro que les unió será la causa del progresivo deterioro de su relación, del comienzo de la separación, del inicio del camino hacia un olvido que, para Dora, nunca llegó.

Al hilo de la relación amorosa de Picasso y Maar, Valdés reflexiona sobre la creación artística, sobre sus facetas, la chispa de la inspiración, la relación entre arte y verdad, las expectativas que nos creamos sobre la personalidad de un autor a través de su obra y sobre la distancia entre la imagen que nosotros generamos del artista y su verdadera forma de ser. Toda la trama está impregnada del ambiente artístico del bohemio París de los años 20 y 30, por lo que las referencias a las diferentes disciplinas artísticas, a autores, creadores y musas son innumerables.

Valdés nos sumerge en ese contexto de absoluta libertad, en las relaciones que se establecían en él, en los encuentros y desencuentros y en las redes que tejían los seres humanos en su seno, en su perpetua búsqueda de amor, influencia, fama, inspiración o sexo.

Además de la reflexión sobre el arte o el amor, la escritora cubana también indaga en esta novela (que forma parte de una trilogía dedicada a autoras surrealistas) en la condición femenina, en el alma de toda mujer. Dora Maar, artista, sensible, genial e inteligente, padece el dolor de los celos, el martirio de la humillación a la que la somete su pareja, el temor a engordar o al paso del tiempo, el peso de la soledad y la frustración de su incapacidad para amar a alguien que no sea Picasso. Valdés pone ante los ojos del lector a una mujer real, idealizada por la obra del pintor universal, pero también vilipendiada por ella. De hecho, a Maar le preocupa pasar a la posteridad como la mujer que llora en los cuadros de Picasso porque no se siente para nada reflejada en ese cliché sensiblero y blando.

"La mujer que llora", ganadora del Premio Azorín 2013, nos propone, pues, un viaje a través de la vida de Dora Maar y de su amado Picasso al tiempo que nos señala las consecuencias de una pasión tan creativa como destructora.

Lidia Casado

 

 

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