La enfermera del puerto

Opinión:

"La enfermera del puerto" es de esas novelas que me llaman la atención por su título y su portada. Después, al leer la sinopsis, sé que no puedo evitar perderme entre sus páginas.

Melanie Metzenthin, su autora, recibió en 2020 el premio de literatura DeLiA. Vive en Hamburgo, ciudad en la que transcurre la novela. Se nota el amor que siente por su ciudad en las descripciones que realiza de la misma, en la ambientación, tan detallada, que parece que el lector esté paseando por sus calles y por el puerto. Por otra parte, ocurre lo mismo con los personajes. Están muy bien creados y con una personalidad muy real. Además, consigue que el lector simpatice con ellos, de tal manera que es como si les conociera de hace tiempo, como si fuese una amiga más de la infancia de Martha y Milli. En este aspecto, me gusta cómo la autora indaga en los sentimientos y pensamientos de cada personaje y cómo consigue representarlos para que el lector los sienta propios.

Melanie Metzenthin transporta al lector a 1892, en plena epidemia del cólera. Las similitudes con lo ocurrido recientemente por el Covid-19 me han puesto los pelos de punta. Y es que, aunque el mundo ha pasado por diferentes epidemias, algunas de las cuales se estudian, no es hasta que se lee de una manera más directa, que repercute más, que se ve de otra manera a como cuando se vive, o por lo menos en mi caso.

En "La enfermera del puerto" encontramos dos protagonistas indiscutibles: Martha y Milli. Dos mujeres fuertes, con mucha personalidad y valientes para poder superar las dificultades a las que se tienen que enfrentar desde su tierna infancia.

Martha, pierde a su madre y tiene que hacerse cargo de su padre, su hermano y de poder pagar el alquiler. Milli, por el contrario, con un padrastro maltratador, que le obliga a prostituirse, buscará la manera de salir de ese mundo y comenzar de cero.

En Martha y Mili vemos distintos ejemplos de situaciones que tenía que soportar una mujer, pero sobre todo la diferencia entre "tener un golpe de suerte" como Martha, o no, como en el caso de Milli. No olvidemos que estamos en 1892, una época en que la mujer no tenía derechos ni igualdad para con los hombres. La obligación de la mujer era la casa y los hijos, e incluso estaba mal visto que la mujer trabajase en casa (cosiendo, por ejemplo) para poder aportar un dinero extra para sobrevivir. Una época en que la mujer tenía que mantener una reputación y era tratada en función de con que gente tratase o de donde viviese. Mujeres condenadas a tener hijos y más hijos, a pesar de no poderles mantener, y que incluso era normal que muchos niños muriesen de bebés por "no soportar el invierno". Mujeres maltratadas y cuya voz frente a una denuncia no tenía ningún valor. También se retrata muy bien las diferencias de las clases sociales. Situaciones muy duras y muy difíciles que han logrado ponerme la piel de gallina. Pero también encontraremos mujeres fuertes, que no callan, que no están dispuestas a soportar más injusticias, y junto a Martha, el lector descubrirá el inicio del movimiento feminista.

Melanie Metzenthin también aborda los derechos de los trabajadores, metiendo al lector de lleno en una huelga por los trabajadores del puerto, que cada vez tenían que trabajar más y más horas para cobrar menos salario.

Aunque la historia toma un giro un tanto político que no me esperaba, su autora ha sabido intercalar toda esa información con la historia personal de Martha, Milli, y algún que otro personaje. De esta manera, la lectura me ha resultado más amena y entretenida, manteniendo siempre una pizca de intriga por ver qué camino tomaba la vida de cada uno.

Como pequeño apunte, me ha resultado cuando menos curioso, que en la sinopsis no se indique nada de Milli, la cual al final tiene el mismo protagonismo que Martha, ya que ambas historias van continuamente de la mano y su situación también tiene repercusión en la época en la que trata la novela. Desconozco el motivo por el cuál no se ha incluido, pero desde mi punto de vista, le daría más intriga a la historia un pequeño párrafo sobre Milli, para llamar la atención del lector y dejarle con la miel en los labios.

Al finalizar la novela, encontramos un "epílogo", pero no al respecto de los personajes, sino que nos detalla la parte real y la parte ficticia de la historia que acabamos de leer. Me ha resultado un apunte muy curioso y me ha gustado saber ciertos detalles. Creo que el lector que se adentre en las páginas de "La enfermera del puerto", tiene que leer sí o sí este apartado.

Pero también es cierto que en el "epílogo" esperaba un "X años después", por cerrar con otro sabor de boca y saber un poco más sobre Martha y Milli, por soñar un poco más con ese futuro que les espera. Creo que la información que incluyen en "epílogo" sería más acertada como "Nota de la autora", por ejemplo.

"La enfermera del puerto" es una historia que he degustado poco a poco y que ha conseguido que "viva" una parte de la historia que no conocía totalmente.

Vane Gómez