La balada del corazón salvaje

Opinión:

La balada del corazón salvaje, como novela perteneciente al género "Landscape novels" o novelas de paisaje, cumple perfectamente la función de trasladarnos a ciertos lugares que nos son descritos con todo lujo de detalles, tan diversos como San Francisco o Alaska.

En esta novela nos encontramos con la historia de varias de las familias más influyentes de San Francisco y cómo se relacionan entre ellas, especialmente cómo gestionan el tema de los matrimonios concertados en los que se trata de que herederos unan empresas y no pasen a manos de otros, sin tener en cuenta si esos herederos quieren casarse entre ellos o no. Es el caso de Shannon, una mujer libre e independiente que se ve forzada a hacer lo que la matriarca del clan le exige.

Me ha parecido interesante cómo en la familia de la protagonista ella es la única persona que hace frente a su abuela, a pesar de finalmente casarse para complacerla, ya que el resto de familiares (todos hombres) ha hecho siempre lo que la abuela decía, lo que les ha llevado a tener unas vidas miserables y la mayoría ha muerto o se ha dado a la bebida al no poder soportar la presión de esa mujer tan dominadora. Esa imagen de mujer fuerte e independiente me ha gustado mucho. Una imagen que se repite varias veces en el libro es ella navegando en su barco sola o llevando a alguien, refleja muy bien esos momentos de libertad de los que disfruta, luchando contra olas y viento, estando sola y haciendo lo que quiere.

En cuanto a los personajes, son muchos y la mayoría bien presentados, aunque entre tanto personaje sí me hubiese gustado saber mucho más de algunos secundarios, como uno de los hermanos de Shannon, Skip y, por supuesto, la abuela, siempre presente pero de cuya vida sabemos poco realmente. También me ha decepcionado un poco el personaje de Rob, ya que antes de que llegase a San Francisco se le presentaba como un gran aventurero, un hombre de acción, y la verdad es que una vez casado no hace mucho más que poner cuernos a su mujer, lo que ya se sabía que iba a ocurrir desde el principio.

Algo que me no me ha gustado del libro es que todas las parejas se enamoran a la primera, con flechazos, lo que resta credibilidad a la novela. Puede pasar con una de las parejas, no llamaría tanto la atención, ¿pero todas? También chirría un poco la permisibilidad en cuanto a los amantes femeninos y masculinos que tienen las familias. Por muy clase alta que sean, en esa época resulta muy extraño que se hable abiertamente de ello y que sobre todo se permita que una mujer cometa adulterio sin castigo.

No sé si será debido a una mala traducción o que en el original era así, pero hay expresiones que son demasiado modernas para la época y descolocan un poco al lector, que está inmerso en los primeros años del siglo XX y no espera encontrar una forma de hablar tan coloquial.

A pesar de estos últimos comentarios negativos, el libro en sí está bastante bien y se deja leer muy rápido, es un libro para disfrutar de una tarde de lectura entre mantas y con una tazá de té bien calentita, dejándonos llevar por las aventuras de Shannon en Alaska buscando a quien ama y cómo lidia con su vida en San Francisco.

Elena Martínez Blanco