Invierno

Opinión:

El fértil y sorprendente universo literario del Cuarteto Estacional de Ali Smith se expande con esta segunda novela de esa formidable saga literaria, porque ofrece un salto literariamente aún más virtuoso, si cabe, que la primera obra "Otoño".

Con un estilo y técnica literario absolutamente personal, innovadores, que oscila entre un inteligente experimentalismo y una capacidad narrativa extraordinaria, prosigue esta serie de ficción que describe con implacable precisión la dimensión más oscura de nuestra sociedad contemporánea.

Tal vez Ali Smith esté reinventando la vieja novela social, comprometida, denunciante de los arraigados males sociales, aunque afortunadamente alejada de un compromiso militante que lastre su creación, liberada de la necesidad de la propuesta o la formulación más o menos sutil de alternativa alguna, precisamente porque la literatura vence a la tentación del discurso, con una narración que se ancla en una dimensión descriptiva y analítica distante de cualquier tentación propositiva, ofreciendo su  preciso e implacable retrato de una sociedad crispada, espesa, insensible, cerrada, ausente de referencias morales adecuadas para la supervivencia y un comprensible anhelo de futuro.

Con numerosos ecos del pasado materializados en las biografías de cada personaje, que actúan como olas que se suceden para un presente perplejo, incómodo, oscuro, aunque con sutiles resquicios para una normalidad que lo haga soportable. Ese pasado que actúa como una mochila cargada de vivencias y formas de ser de los distintos protagonistas, para un momento de convergencia, de encuentro, de afloramiento de las distintas perspectivas que leen la realidad, donde surgen los contrastes, las tensiones por las distintas maneras de entender la vida, agarrados a los códigos mínimos de convivencia que todos comparten.

Smith filtra una realidad que contrasta violentamente con ese paraíso obscenamente mentiroso exhibido en la publicidad, el marketing y el consumo, que en este "Invierno" se muestra pletórico en ese entrelazo de personajes, situaciones, pasados y presentes, riqueza y pobreza, soledad y comunicación, dinero y aislamiento, rodeados de instituciones y empresas excesivamente apresuradas sin interés en las personas más allá de su condición social y económica.

Como señalé en la reseña de "Otoño", trascendiendo el fondo intelectual de su obra, Ali Smith ofrece una literatura distinta, original, brillante, que sorprende al lector, que asiste fascinado a ese juego constante con la estructura del relato, con las voces, las narraciones, los personajes, que se combinan en una suerte de sorpresa narrativa que impacta en el lector, que asiste a una fascinante lección de literatura de alto voltaje en términos de novedad y calidad.

Sin duda Ali Smith es una escritora impresionante, deslumbrante, que ofrece algo distinto a tantas obras sin sustancia, sin más fundamento que una crónica de eventos sin más alma que su corrección narrativa. Esta magistral pieza de este cuarteto literario resulta radicalmente imprescindible para los que buscan nuevos y buenos aires literarios.

Jorge Riet