Herbario de un mundo desaparecido

Opinión:

"Herbario de un mundo desaparecido" es una invitación a detenerse y escuchar el susurro antiguo de las plantas. No se presenta como un simple catálogo botánico, sino como una puerta que se abre hacia un tiempo en el que la naturaleza era maestra, aliada y, a veces, misterio. Clara Dies Valls, con su mirada sensible y rigurosa, nos conduce a través de ese territorio de memoria donde las hierbas no eran objetos decorativos ni ingredientes industriales, sino compañeras indispensables de la vida cotidiana.

La autora, galardonada con el premio Ignotus 2024, parte de una constatación íntima y a la vez universal: en apenas unas generaciones, hemos dejado atrás un mundo en el que el conocimiento vegetal moldeaba la existencia. Lo que hoy consideramos curiosidad o superstición era entonces sabiduría transmitida por voces anónimas: curanderas, trementinaires, saludadores… guardianes de un saber híbrido, mitad experiencia, mitad intuición, siempre profundamente conectado al ritmo de la tierra. La modernidad, con sus luces y sombras, nos ha entregado comodidad, pero también una desconexión que empobrece nuestra comprensión del mundo natural.

Uno de los grandes aciertos de Dies Valls es su capacidad para iluminar el espacio intermedio entre ciencia, magia y mito. Las virtudes atribuidas a muchas plantas no surgieron del capricho, sino de la observación de sus efectos, interpretados a través del imaginario de cada comunidad. La autora reivindica ese folclore vegetal como un lenguaje simbólico que nos habla tanto de las plantas como de quienes dependieron de ellas: sus miedos, sus anhelos, su manera de dotar de sentido a lo invisible. Cada refrán, cada ritual, cada práctica medicinal es una huella del diálogo profundo que existió entre ser humano y paisaje.

Este libro se estructura por paisajes mediterráneo, atlántico, alta montaña y cosmopolita, permitiendo que cada especie respire dentro de su entorno natural y cultural. Las ilustraciones realizadas por la propia autora acompañan este viaje con una delicadeza evocadora: cada planta parece surgir del papel como si aún conservara el eco de un bosque antiguo. Dos glosarios, uno descriptivo y otro centrado en los principios activos, completan la obra con un equilibrio admirable entre poesía y precisión científica. Siempre queda presente una advertencia sensata: el conocimiento ancestral no exime de prudencia, pues "solo la dosis hace el veneno", como recordaba Paracelso.

Y es que, amigo lector, el herbario también se convierte, inevitablemente, en una reflexión sobre la pérdida. Muchos de los ecosistemas que dieron cobijo a estas plantas están en transformación o retroceso. Con ellos se desvanecen no solo aromas y colores, sino también las historias y los saberes que acompañaron a generaciones enteras. Por eso, este libro no es un ejercicio nostálgico, sino un recordatorio urgente de lo que aún puede salvarse. Reconectar con la naturaleza, escuchar al paisaje, caminar sin prisa… son gestos que, en manos de Dies Valls, adquieren la dignidad de un acto cultural y ecológico.

En conjunto, estamos ante una obra hecha para leerse con la misma serenidad con la que crece una planta: despacio, con atención, permitiendo que cada página revele una parte de ese diálogo antiguo entre humanidad y naturaleza. Aquí se nos ofrece un libro hermoso, necesario y profundamente humano, capaz de recordarnos que en cada hoja, en cada raíz y en cada fruto late la memoria de quienes nos precedieron y también una posibilidad para nuestro futuro.

Maravilloso.

*Publicado por Ediciones Luciérnaga.

Violeta Lila