Gracias, vida. ¿Y qué hacemos ahora? Seguir bailando

Opinión:

Estamos, al menos yo, un poco acostumbrados a ver una gran dosis de humor y alegría en los libros que ha escrito Lucía Be. Este último que presenta es muy diferente. Para empezar, ya no lo firma bajo el nombre de Lucía Be, sino que recupera su apellido completo como un símbolo más de la nueva vida que lleva. A partir de ahora, firma como Lucía Benavente.

Es un libro duro y esperanzador al mismo tiempo. "Gracias, vida. ¿Y qué hacemos ahora? Seguir bailando" es todo un alegato a la vida. Conocemos el que ha escrito Paz Padilla en donde la muerte es tratada de una forma un tanto peculiar. Aquí, Lucía Benavente, muestra unos sentimientos que, creo, pueden servir y ayudar mucho más. Ella se quedó viuda hace 2 años. En el libro recoge los últimos momentos de la vida de Miki, su marido, así como el viaje que empezó luego su familia sin él. Lógicamente, muestra dolor y la sensación de impotencia que sintió, pero su libro es también una esperanza. Hablamos sobre que la lectura tiene un poder curativo, este es un buen ejemplo de lo que es un libro ideal para Biblioterapia. No pretende dar consejos morales. No es un libro de autoayuda. Es un libro de sentimientos, sensaciones y de mucho amor.

Como es habitual en sus libros, está lleno de color. Abundan tanto las ilustraciones como las fotografías que muestran imágenes y hojas de papel manuscritas. Lucía Benavente comparte también la reacción de sus hijos pequeños ante la muerte del padre.

Es una lectura muy bella. Difícil de calificar, pues lo que impera en ella son sentimientos. Desde la primera palabra, ves que la escritura se convierte en una terapia, en una vía de escape y desahogo. Personalmente, me ha parecido muy bello y de los mejores que he leído este año. Las personas que estén pasando por la misma situación, hallarán una sensación de paz. Las que no, se encontrarán con un libro que denota mucha poesía también.

Lucía Benavente demuestra aquí que no solo es una gran ilustradora, también una poeta. Una escritora que no duda en compartir lo más profundo de ella como es el dolor. Yo lo recomiendo mucho. Es, al mismo tiempo, una belleza con respecto a edición, con frases y párrafos que incitan a ser copiados y releerlos muchas veces.

Ysabel M.