Ermessenda. La condesa

Opinión:

"Ermessenda" está escrita en la época de que Al-Mansur dominaba la península ibérica y los reinos cristianos se sentían impotentes ante su poderoso ejército. Es, pues, una novela donde predomina la guerra, con muchísimas batallas narradas con emoción y profusión de detalles.

Por el título se intuye que todo va a estar muy centrado en Ermessenda, pero la vemos siempre con ojos masculinos, idealizada en las descripciones tanto de su belleza como de su gran inteligencia, por lo que no tenemos un desarrollo profundo más allá de que ama a su marido, es muy devota y tiene posturas muy firmes con respecto a lo que se debe hacer en la guerra, lo que la lleva incluso a ir al campo de batalla.

El protagonista real de la historia es la guerra contra los musulmanes y la amenaza que estos suponen para la cristiandad. Aunque Ermessenda por supuesto interviene por su posición como condesa de Barcelona, en ningún momento se pierde el foco en la guerra para comentarnos cómo era su vida o su día a día como condesa, solo los grandes hitos, salvo en alguna que otra escena suelta que sirve para enfatizar la amenaza musulmana y el miedo a que esos momentos acaben o para ilustrar sus virtudes.

También hay otro personaje con bastante entidad, el abad Oliba, un noble que lo dejó todo para vivir en paz como un monje más en un monasterio. Curiosamente, tenemos más pinceladas sobre su vida cotidiana y día a día que del de Ermessenda, aunque siendo como es un hombre de paz no interviene directamente en la trama y se podría haber pasado sin esas escenas perfectamente.

El resto de personajes secundarios están bien delineados, aunque nuevamente es su faceta de guerreros y líderes del ejército la que predomina, salvo el criado Pere, estereotipo del criado fiel.

La documentación de la novela es abundante y eso hace que el autor sea capaz de trasladarnos de forma creíble a la época desarrollando muy bien la ambientación. Sin embargo, en muchas ocasiones se excede en su celo descriptivo o incorpora demasiados datos históricos que cortan la trama, lo que entorpece mucho el ritmo. A pesar de ello, la tensa situación con los musulmanes hace que el interés del lector no decaiga, por lo que el libro es, en general, entretenido.

Déborah F. Muñoz