Anika entre libros

El último catón

Ficha realizada por: Anika Lillo
El último catón

Título: El último catón
Título Original: (El último catón, 2001)
Autor: Matilde Asensi
Editorial: Planeta


Copyright:

Reseña realizada sobre la 3ª edición de Plaza & Janés, diciembre 2001

© Matilde Asensi, 2001

©  Planeta, S.A., 2013

Edición: 1ª Edición, Junio 2013
ISBN: 9788408115038
Tapa: Blanda
Etiquetas: robos aventuras romance amor investigación enigmas ficción histórica histórica intriga literatura española códigos Iglesia Dante pecados capitales
Nº de páginas: 576

Argumento:


Siempre he sido reacio a contar la trama de un libro, ya que su verdadero valor, según yo pienso (lo cual, indudablemente, puede ser discutible) no es, fundamentalmente, el hecho relatado, sino una suma de muchos, entre los que, además del anterior, se tienen en cuenta cómo se narra, fuentes auxiliares, época tratada, estilo,... y un sin fin más que, aunados, levantan una obra sobre el nivel de la generalidad o la hunden en el más miserable de los olvidos.

Matilde Asensi (autora de "El salón de ámbar" y "Iacobus") muestra en éste su último libro publicado, una gran maestría en cuanto a la narración de hechos y en cuanto al apoyo lógico de éstos, centrando toda la acción en la resolución de un problema planteado a los protagonistas siglos antes y expuesto en "La divina comedia" de Dante, obra que, aparte los velados términos laudatorios que de ella se vierten de vez en cuando, se convierte en libro de cabecera y única herramienta (aparte del ingenio y cultura de los personajes) para desenredar el nudo que se plantea.

Leer esta historia es venirnos de golpe a la mente Umberto Eco, Thomas Wilcox (alias de otro escritor, jienense él, ya insinuado por Gualtier en su comentario de la "Trilogía Templaria") o Peter Berling en cuanto al tema. En cuanto a su desarrollo no podemos olvidar a Pérez-Reverte (autor ya apuntado en la entrevista que a la autora somete Antonio G. Iturbe en "Qué leer" - nº 61, diciembre 2001) al cual también nos recuerda en sus investigaciones de novelas como "La carta esférica" o, fundamentalmente, "La piel del tambor".

Pero que nos recuerde a esos autores no significa que sea una copia más o menos velada de los mismos. No. Asensi desarrolla su propia historia y sus propios recursos en un tono que prende al lector, al menos en su primera mitad. Después, (e insisto en que es una opinión personal) la trama cae en una ligera reiteración, las pruebas se hacen algo rutinarias, para acabar de cabeza en un mundo de fantasía, introduciéndonos en una sociedad casi perfecta que al lector "mal pensado" no deja de inquietar, pues como cualquier sociedad, algo debe haber de imperfecto en ella, con lo cual, el tono conseguido hasta entonces pierde fuerza, pierde algo de realidad y, con ello, de credibilidad (también el tono en esas páginas me recuerda algo al de las primeras nove-las de ciencia-ficción, las de la llamada "edad de oro", con el encanto infantil del atrevido cosmonauta que, asombrado, se da de bruces con sociedades de eso tipo, por supuesto superiores en sabiduría y bondad, instaladas en remotos planetas de mucho más remotas galaxias).

Y hablando de "remotas galaxias", la Iglesia católica, promotora de la investigación, no deja de ser criticada, pienso que justamente, en algunos párrafos, quizás los más atractivos fuera del curso general de la novela.

En cuanto a la historia de amor paralela, (siempre hay una historia paralela) es relativamente obvia y con un desenlace esperado, lo que resta interés a ese aspecto del relato.

Pero todo lo dicho no debe llevarnos a engaño. La historia se desenvuelve muy bien y es un ejercicio llamativo para el que la inicia, por lo que merece la pena leerla. Plagada de referencias históricas, llama la atención la historia de la "paleo-iglesia" y del origen de las ramas disidentes de ésta, así como las costumbres (tradiciones, diría el capitán de la Guardia suiza tercer protagonista de la novela y bautizado "la Roca" por Ottavia -"alter ego" de Matilde Asensi en muchos aspectos, como ella misma confiesa-) algunas de las cuales la mayoría no sabíamos ni llegaríamos a sospechar.

Una novela, acabo, para entretenerse, instruirse y pasar de modo ameno estas tarde de invierno en las que un buen libro suple, con creces, la desganada salida al frío y al viento de la estación en curso.

José Luis

 

Opinión:


Anika Lillo

Pues a pesar de sus detractores el libro me ha parecido muy entretenido. De nuevo me gusta su protagonista femenina (esta vez queda más demostrado que no hace falta una belleza para hacer una protagonista interesante), y sus compañeros (Farag Boswell termina resultando atractivo y Glauser-Röist, interesante).

Es cierto que el argumento está cogido de un hilo porque Matilde Asensi utiliza la Divina Comedia de Dante para crear su libro. Es como si este libro le hubiera sugerido su propia obra. Se toma algunas licencias, obvio -por algo es escritora y creativa-, y algunos detalles quedan algo resbaladizos (como tener a un hombre llamado Buonomo como enlace entre los aspirantes y los staurofílakes, que ya aparece en el libro de Dante ¿cuántos años debería tener Buonomo?; o como la inocencia de Ottavia respecto a su familia, algo que he comentado con algún que otro forero), pero el libro en general es estupendo para divertirse, por lo cual debo agradecerle a Matilde Asensi las horas que he pasado leyéndolo.

Contiene una gran cantidad de aventuras que se agradecen (mi favorita, la del viento), un recorrido por una secta imaginaria que entretienen por su misterio, una evolución de los personajes (especialmente en Ottavia y en Kaspar Glauser-Röist), un enigma que no se desvela hasta el final (los propios staurofílakes)… y aunque se ha dicho que el final es lo peor, a mí me ha gustado. Vale, es tan irreal… ¿y qué? Eso es lo que lo hace especial. Quizás el último catón (el que firma la carta) sea demasiado "final rosa" y tampoco a mí me convenza, pero no soy quien para quitarle el gusto a la autora a terminar así su novela.

De sus libros, me quedo con "El salón de ámbar" y "El último catón". El único que no me ha convencido como estos es "Iacobus" (que lo he olvidado demasiado fácilmente). Ahora, a por "El origen perdido", que ya lo tengo en la estantería. Y a pesar de los comentarios negativos… a por él sin miedo.

PD. Sobre mundos utópicos, Yosip Ibrahim ya describió uno exactamente igual de fantástico y sereno en su libro "Yo visité Ganímedes". Matilde Asensi no es la primera que hace uso de estos paraísos ni será la última.

Anika Lillo (Noviembre, 2003)



Gentleman

Tuve la inmensa suerte de poder hablar con la autora cuando acudió a mi ciudad a firmar ejemplares de "El último catón", yo por aquella época sólo me había leído "El salón de ámbar", tal vez su novela más flojita. Y aproveché para preguntarle si ya tenía en mente un nuevo libro, coméntandome que tal vez giraría en torno a las lenguas. De "El último catón" no voy a comentar nada porque está todo dicho; pero me alegra ver que hay nuevos escritores españoles que son capaces de crear una trama realmente original, con aventuras, intriga, grandes dosis de investigación que no te hacen el libro un verdadero muermo a la vez que aprendes, etc. Estoy completamente seguro que el libro será traducido (si no lo ha sido ya) y supongo que los americanos harían una gran película, porque tiene todos los elementos apropiados para ello. Iglesia, mafia, aventuras, romance, utopía, etc. ¿Qué más se puede pedir?.



Juanjo Morant

Al principio el libro está muy bien y se presenta muy interesante, pero a medida que avanza se hace cada vez más inverosímil y fantástico. Además se hace muy pesado con las referencias a la Divina Comedia, que si no la has leído anteriormente, se te quitan las ganas de leerla.

Y el final es demasiado fantástico. Al principio parece una novela para adultos y acaba convirtiéndose en una novela para adolescentes.

No hay que quitarle ningún mérito a la autora por la imaginación que despliega y por lo bien que desarrolla la inclusión de La Divina Comedia.



Sibila 

Da gusto leerlo. Me enganché y me lo terminé en apenas una semana. La historia me fascinó desde el principio porque mezcla todo eso que hace que me guste un libro: misterio, aventuras, amor y ante todo, una buena historia. Entiendo perfectamente que haya gente a quien no le haya gustado el final, pero a mí me ha encantado. Y digo que lo entiendo porque si bien resulta cargado de imaginación, para mí resulta el broche perfecto para esta novela mitad histórica, mitad ficción.

Una vez me dijeron que un libro era bueno si merecía ser leído más de una vez. Pues puedo decir que para exprimir todos los detalles de este libro se debería de leer varias veces. Desde aquí felicitar a Matilde Asensi y que siga regalándonos más delicias para leer.



Celia Santos 

Es el primer libro que leo de Matilde Asensi, y la verdad es que me ha entretenido bastante y me he reído mucho con él, pero mientras leía las pruebas tenía la sensación de estar superando un videojuego.

He leído una entrevista que le hicieron a la autora e intentando responder a los que preguntan por la existencia de los staurofílakes, en dicha entrevista Asensi asegura que la mayoría de la trama es de su invención (no así los datos históricos). Asi mismo también declara que no tiene intención de que se haga una película sobre la obra, hecho que comparto con ella ya que la elección de los autores y los recortes del guión defraudarían a la mayoría de los que hemos leído el libro.

Por otro lado, la descripción de los habitantes del paraíso me parece un poco ridícula, el final flojo, pero en conjunto la obra es entretenida y no te hace pensar mucho, lo cual es ideal para momento en los que un empedernido lector no tiene la cabeza para comerse el coco y sólo busca un poco de entretenimiento. Para mi gusto, le falta algún toque dramático o agridulce, por lo demás, el libro lo devoras.



Athman 

Matilde Asensi es, para mí, una de las mejores escritoras que tenemos en este país. Su narrativa tan cinematográfica y ese espíritu aventurero, no tienen nada que envidiar a ningún Dan Brown.Todo lo contrario. Su obra es, a mi parecer, mucho más elaborada, con un ritmo más ameno y que engancha desde el principio...

"El último Catón" me ha parecido una novela excelente, la descripción de los personajes (Otavia, La Roca, etc) es muy lograda. Y ese sabor a cine de aventuras, puro Indiana Jones, pero mujer, italiana y monja, para mayor inri... no sé, me ha cautivado. Y más aún al comprobar cómo teje la trama tomando referentes históricos, instituciones como el Vaticano con todos sus secretos, la mafia italiana y la obra de Dante.

Un diez para esta novela.



Pilar López Bernués

El libro me ha gustado mucho en los primeros capítulos (códices antiguos, griego, arte, "Iglesia-Vaticano"... Pero, en mi modesta opinión, las "pruebas" son rematadamente fantasiosas, y eso, para mí, ha restado interés a una obra muy documentada y muy valiosa por lo que aporta. Leyendo, no he podido dejar de pensar en las películas de Indiana Jones... Creo que, si la autora hubiera escrito la novela huyendo de fantasías y hubiera llevado a los protagonistas por caminos más eruditos y menos aventureros tendríamos delante a una auténtica "Obra maestra".

En cualquier caso, la novela es trepidante y adictiva. Sólo me resta decir, aunque me repito, que un libro magistral queda, a mi juicio, bastante oculto entre unos entresijos fantasiosos e inverosímiles... ¡Qué pena!

Pilar López Bernués




Frank Quasar 

¿Quién dice que en España no podemos escribir novelas tan "histotéricas" -históricas, histéricas y esotéricas- como El Código Da Vinci? ¡Pues claro que podemos! ¡Matilde Asensi lo ha hecho! Vaya por delante que a mí este tipo de novelas de, digamos, bajo alcance intelectual, me gustan y me entretienen como al que más, pero hay dos cosas que me fastidian: primero, que se vendan como rosquillas simplemente porque el género esté "de moda" -¿qué pasa, la gente no tiene criterio propio?-; y segundo, que incurran en incongruencias del calibre veintidós por falta de recursos o pura desgana del autor.

Matilde Asensi es una narradora competente, domina el ritmo y sabe dotar de emoción los diversos giros argumentales que jalonan las peripecias de los protagonistas, pero tiene salidas de pata de banco que chirrían más que las puertas de la mansión de Drácula. Por sólo señalar la más flagrante de todas: ¿no se le ocurrió otra cosa que "desmayar" a los protas al final de cada capítulo para que no pudieran ver quién los saca de los sitios? Golpes en la jeta, gases milagrosos capaces de dejar grogui al más pintado… ¡Y no les afecta, ni siquiera por acumulación! A los pocos segundos ¡como nuevos! Si es que los anestesistas son unos agobietas, dormir a la gente está tirao…

En fin, eso, que está entretenida. Y si te tragas que una monja poco atlética puede atravesar a nado un pozo de 20 metros de profundidad con algunos apurillos, que a la gente se la puede noquear cada dos por tres sin que queden tontos ni nada y otras morcillas similares, la encontrarás verosímil, además.

Frank Quasar



Nacho Pérez 

Han pasado como 5 años desde que lo tengo. El boom de Matilde Asensi se serenó. Creo que podía leerlo con objetividad. Y lo he hecho, una vez rehabilitado en una clínica del "pastillazo" Da Vinci y otras porquerías.

¿Qué me parece? A ver, no voy a ser muy crítico, porque creo que fui de los primeros que descubrió "Iacobus" y me pareció excelente. ¿Pero que ha hecho aquí la autora? ¿Se acuerdan de las gomas de médico para hacer tirachinas? Se estiraban y estiraban y no pasaba nada. Apliquémoslo a este libro. Metamos en la centrifugadora: enigmas, la película Seven, el aroma templario del Camino de Santiago… Apretemos el botón. Zzzzrrrgggggg… Salen 400 páginas. Hay que estirar más… Zzzrrrgggg… ¡600! OK. Pues ya está.

Se alargan diálogos, se mete una historia familiar mafiosa y se sustenta todo en uno de los monumentos más tediosos de la literatura mundial: La Divina Comedia (¡y confieso que la leí!).

Resultado: he acabado planchado. Deberé volver a la clínica esa de la desintoxicación. ¡Por favor, salven a las iglesias del mundo de los misterios de sus piedras! La desamortización de Mendizábal no fue nada en comparación al viento huracanado de la pléyade de escritores novelando sobre los secretos sacros.

Amén.



Despistao

De la autora había leído anteriormente "Iacobus", y la verdad es que me pareció nada original pero muy entretenida. Por ahora, "El último Catón" (llevo leída una tercera parte) cumple con lo primero, pero creo que falla en lo segundo.

Tengo que confesar que he cometido el fallo de leer las críticas vertidas aquí antes de terminar el libro, cosa que nunca hago para no reventar lecturas, y no salgo de mi asombro. No me considero un lector "avanzado" o un "gran lector". Leo cuando puedo, a un ritmo lento debido a los quehaceres diarios. La cosa es que encuentro esta obra plana y previsible, con un argumento tan manido y tópico que, unido a un estilo bastante pobre en lo narrativo, me sorprende sobremanera que haya lectores que lo consideren "uno de los mejores libros que ha leído nunca". Es lo de siempre, un pequeño grupo de personas (en este caso un trío, igualito que en Iacobus) dedicados a descifrar acertijos por aquí y por allá, acertando casi siempre a la primera (bueno, en lo de los dedos del ángel la monja falla un par de veces, que tampoco conviene abusar).

Por si fuera poco, leo en los comentarios que la historia ¡¡decae hacia la mitad!! Lo que me faltaba por enterarme. Si ahora la encuentro monótona y llena de tópicos ¿en qué se acaba convirtiendo ésto, con almibarada historia de amor a la vista?

Yo debería haber sido escritor. Lo digo en serio. Para escribir novelas como la que nos ocupa me siento capacitado. Los ingredientes no son tantos: aprender a distribuir tu tiempo; documentarte apropiadamente (¡¡con lo que me gustan la Historia y el Arte!!) y organizar la historia apropiadamente. Con eso (tan poco), cualquiera puede montar un best-seller millonario. Por si fuera poco, te haces de una estructura en la narración que te sirve para posteriores trabajos, que el público ávido de esoterismo y misterio estará presto a consumir sin demasiadas exigencias.

Y ahora llega la gran cuestión: no me gusta dejar libros a la mitad, cosa a la que me inclino con "El último catón". Me deja mal sabor de boca, no sé. Así que espero que algún co-comentarista me anime a seguir con la lectura, indicándome que en las páginas venideras me esperan emociones sin cuento.

 

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