El fabricante de muñecas

Opinión:

Si hay una palabra que sirva para definir "El Fabricante de Muñecas" ésta sería sin duda alguna magia. También es un cuento, una fábula, llena como digo de magia y belleza. Es de esas historias que te sumergen desde la primera palabra y no puedes dejar de leer hasta acabarla.

Su autora es R. M. Romero; según he podido averiguar, vive en Miami y ha escrito varios cuentos para niños. Esta novela que publica Roca Editorial es con la que se da a conocer a los lectores españoles.

"El Fabricante de Muñecas" es una maravilla. En la faja promocional que acompaña al libro se le compara con "El niño con el pijama de rayas" y "La ladrona de libros" pero el único punto en común que tienen es que todas ellas se desarrollan durante la Segunda Guerra Mundial. La novela de R. M. Romero tiene su propia personalidad y, en ella, la magia es la principal protagonista. La autora narra los horrores de la contienda como si fuese una fábula y no lo veo negativo sino todo lo contrario.

Desde el principio, el lector se siente cautivado por Karolina, una muñeca de lo más especial. Ella aporta la nota mágica, es como un rayo de esperanza, una nota de alegría también. Pese a ser pequeña, saca valor de donde sea. Junto a ella está el señor Cyryl, el Fabricante de Muñecas, es una especie de mago que sólo desea hacer el bien. Él es polaco de origen alemán, es una manera de dar voz a aquellos polacos de origen alemán que, durante la Gran Guerra, lucharon junto a los alemanes y que, ahora, ven como las cosas están volviéndose muy mal. El Fabricante de Muñecas es un personaje que despierta ternura. El lector no puede evitar empatizar con él y, como el resto de los personajes, llegas a pensar que es un mago.

Rena y su padre son otros de los personajes claves. Ellos son judíos. Van a sufrir toda la ira del nazismo. R. M. Romero no ahonda en párrafos dramáticos ni llenos de violencia. No lo necesita. Con pocas palabras, el lector imagina y adivina lo que sucede. A lo largo de toda la novela hay una tensión que va a aumentando. La hay porque vas viendo como los alemanes van acorralando a los judíos y como el Fabricante de Muñecas y Karolina, tratan de despistarles para salvar a sus amigos. Son situaciones que duelen puesto que sucedieron en verdad.

Es curioso, también, el paralelismo que hay entre Cracovia y la Tierra de las Muñecas. Ambas tierras sufren una invasión, las ratas de las que habla Karolina tienen su lado humano en los nazis.

Me gusta la forma que tiene la autora de narrar y de conectar con el lector. "El Fabricante de Muñecas" es una novela que nadie debería dejar escapar. Aporta una visión de la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva de la magia. Es una lectura muy bella, a mí me ha fascinado.

Ysabel M.