El espía del Ritz

Opinión:

La virtud de esta novela es que relata, a partir de personajes reales, la trágica colaboración franquista con los nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, desmintiendo su falsa e hipócrita neutralidad.

Un impecable retrato de las dos caras de aquellos turbulentos años, el horror de la represión y la persecución de inocentes por su raza o ideas, y la plácida y lujosa ostentación de una élite corrupta que se daba la buena vida en hoteles y restaurantes de lujo, en muchos casos beneficiándose del contrabando o la propia incautación de bienes de represaliados o fusilados sin un juicio justo.

También es la historia de mujeres sometidas y víctimas de malos tratos en matrimonios de conveniencia, atrapadas en un mundo represivo sin derechos ni protección alguna, al amparo de hombres sin más moral que su propia autoridad y beneficio. A la sombra de una ideología reaccionaria, retrógrada, fanática, que convertía a la mujer en un objeto de consumo propiedad de un individuo sin más mérito que su género, propio de un machismo tan ridículo y trasnochado como intolerable.

Una crónica novelada de un pasado de horror, de retroceso histórico, de extrema radicalidad contra los más elementales derechos de los seres humanos, instalados en una sociedad de vencedores borrachos de infames ajustes de cuentas, proyectando sus odios y miserias morales en una persecución extrema de personas sin más patrimonio que su memoria y dignidad.

Una obra que balancea muy bien la pesada carga de tan trágico relato con un ritmo narrativo que sumerge fácilmente al lector en aquellos años de plomo y miedo. Con un amplio conocimiento de la sociedad barcelonesa de aquellos años, y a la vez de tradiciones judías que son traídas a esta historia por esos personajes que hicieron de la música, la ocultación, el miedo y la resistencia, su propia supervivencia.

Ese espía, esos espías, que tocaban sus instrumentos en los lujosos salones del Ritz, con su música bajo sospecha por traer a aquella sociedad cerrada aires de jazz del enemigo norteamericano, que observaban a los jerarcas nazis en sus fatuas francachelas con los flamantes dirigentes y jactanciosos empresarios franquistas, mientras ayudaban a los que huían del horror. En peligrosos viajes hacia la libertad sólo posibles por las valientes acciones de individuos desinteresados que arriesgaban su vida, aquellos diplomáticos, empresarios, dueños de pequeños hostales, pasadores de la frontera por las montañas, o aquellos que simplemente daban refugio a esos desahuciados que escapaban del horror y al muerte por un simple sentido ético de la vida.

Una novela con el triste colofón de esa España refugio de asesinos nazis tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Una novela de interés, bien escrita, que sirve de retrato literario de un pasado nefasto, y de cuya lectura puede surgir la necesaria memoria para evitar los errores del pasado. Una historia, verídica, que merece ser leída.

Jorge Riet