El día en que los leones comerán ensalada verde

Opinión:

Enmarcada indudablemente en ese nuevo género literario que se ha dado en llamar "Feel good" y que propone la búsqueda de la felicidad y las historias que dejan buen sabor de boca, "El día en que los leones comerán ensalada verde" es un novela romántica con toques psicológicos.

Me ha resultado muy interesante todo lo que tiene ver con la "bolinería" y esos comportamientos agresivos y egoístas que ciertas personas ponen en práctica porque no soportan ceder el control o quieren tener poder absoluto sobre lo que les rodea y quienes tienen cerca. Así, en el grupo de terapia cuya trayectoria seguimos a lo largo de las páginas de la novela, nos encontramos con una madre incapaz de dejar que su hijo decida su futuro por sí mismo, una mujer que solo sabe hablar de ella misma, un hombre a punto de divorciarse porque no logra ver a su esposa como a una persona al margen de sí mismo o un líder de grupo que infravalora a todos los que componen su equipo, sobre todo si son mujeres. Junto a ellos está Maximilien, un ejecutivo carismático y exitoso, con un gran atractivo físico e incapaz de desconectar de su trabajo ni si quiera cuando su hermana gemela tiene problemas graves.

La novela nos va describiendo las terapias que Romane irá llevando a cabo con ellos para reconducir sus comportamientos y lograr que sean más empáticos y solidarios con los demás, al tiempo que nos va desvelando detalles de la vida personal de cada uno de los participantes.

Lugar predominante ocupará la trama que tiene que ver con la propia Romane y Maximilien, entre los que nace una atracción desde el primer momento. Pero diversos obstáculos (alguna situación desagradables pero también sus propios prejuicios y las enseñanzas del pasado) complicarán el acercamiento entre ambos.

Por eso digo que se trata de una novela romántica con toques psicológicos: al principio sí tiene más importancia todo lo que tiene que ver con la terapia pero llega un momento en el que se nos cuenta una historia de amor pura y dura, eso sí, sin perder de vista el contexto del proceso de evolución personal y modificación conductual que sirve de marco a tal romance.

Un libro entretenido para pasar un buen rato, que propone algunos temas interesantes y que nos habla de la necesidad de pensar en los demás, de salir de nosotros mismos y ver a quienes nos rodean y del poder de compartir y delegar en lugar de cargar el peso del mundo al completo sobre nuestros propios hombros.

Lidia Casado